Muÿ Sr mio ÿ Dueño: El sabado, que Conta-
mos 24 del Corriente fui á la Puebla de Clara
munt, para tomar informaciones de los hechos,
me havia encargado Vm de Parte de S Yma
Y hecha la averiguacion, resulta; que el Caso
del Religioso fue equivocacion, ó del Vicario,
o de Vm; pues, segun Confiessa el mismo Vica-
rio, el P Juan no Celebrò las dos missas, sino
que se havia reservado, por temor, que tenian los
de Casa; que dicho Vicario, no querria Celebrar
la missa, por Ciertas razones que con el havi-
an precedido, ÿ assi era escusado, el escribirlo
á S Y.
Quanto al segundo Caso del Enfermo, recibida in-
formacion de los dos Hombres, que estaban pre-
sentes, Consta, que dicho Vicario, excitó al Enfer-
mo algunas vezes, á que hiziera su Confession,
ó a lo menos, diera algunas señales de dolor, las
que nunca dio el Enfermo, antes bien hazia cier-
tas dicciones, que manifestaban repugnancia, si el
huviera tenido sano el juizio; pero como este
era muÿ dudoso; por una parte sus palabras eran
invocar los dulzes nombres de Jesus ÿ Maria, ÿ
por otra parte, no era Hombre de mala fama; me
parece; fue indiscrecion negarle el sacramento de la
Extremaunccion, a mas de que si huviesse cogido
la mano del Enfermo (lo que no hizo), ÿ si no le hu-
viesse dejado aquella noche, tal vez huviera logra-
do señyales Ciertas de su dolor, esto, junto con ha-
ver dho Vicario proferido Ciertas palabras indiscre-
tas delante la propria muger del Enfermo (como
fuè decir que si no Confessaba iria al Ynfierno, ÿ que
á el poco se le daba, las que, dize el Vicario, las
profirió inadvertidamente) todo esto digo; llenó de tan-
ta pena ÿ desatino la propria muger del Enfer
mo, que estaba furiosa, ÿ hechaba raios de ira con-
tra el Vicario. Este se defiende, porque la misma
muger havia dicho poco antes, que el Enfermo era
algo repugnante, ÿ duro de confessarse mientras vi-
via, lo que asseguró un testigo, pero esto no justifica
su indiscrecion, antes debia por esta razon, no dejar-
le tan presto, ÿ exhortarle mas, ÿ mas.
Yo soÿ de parecer, que no conviene en las Circuns-
tancias, en que se halla dho Vicario, de que se que-
de en aquella Parra, pues será de muÿ poco fruto.
Perdoneme Vm la libertad, que me he tomado
en darle este aviso. Quanto á lo demás, escribo
con una Sta libertad mi dictamen, ÿ quanto pudo
alcançar mi Corto Entendimiento. Estoÿ siempre
promto, esperando ordenes de S Y cuia Vida gde
Ntro Sr ms as Quedando de Vm con el ma-
ior affecto.
Piera
á los 26 de septiembre de 85.
B L M de Vm
Su ato Segro Serr ÿ Capn
Dn Estevan Castell
M S mio de mi maior Venn
Dn Agustin de Almarza Secreto