PT | EN | ES

Menu principal


Powered by <TEI:TOK>
Maarten Janssen, 2014-

PS8076

1800. Carta de Juan Ximénez Llamas, presbítero de la villa de Belmonte, para Juan Manuel de Alcantud, franciscano descalzo.

ResumoEl autor informa a Juan Manuel de Alcantud de los últimos acontecimientos en torno a la beata María Isabel Herráiz, pues ha habido alborotos por parte de sus detractores. A pesar de ello ha habido más personas que se han acercado a su obra y de hecho ha aumentado la asistencia a la iglesia e incluso algunas personas acompañan a la beata en sus salidas, por lo que él mismo ha tenido que intervenir para evitar atropellos. Le da noticia del estado de algunos amigos comunes. Finalmente le cuenta que ha recibido la carta del cura de otra localidad, quien le insta a que reconduzca la situación de la beata, algo que a ella le ha molestado porque no quiere que nadie impida sus obras.
Autor(es) Juan Ximénez Llamas
Destinatário(s) Juan Manuel de Alcantud            
De España, Cuenca, Villar del Águila
Para España, Cuenca
Contexto

El proceso se abrió por alumbrados contra María Isabel Herráiz, la beata de Villar del Águila, entre 1802 y 1808. Se trata de un amplio proceso en el que se incluye a muchas otras personas que tienen relación con ella y se les acusa de ser cómplices en las ilusiones de María Isabel Herráiz. Ella creía que Jesucristo se encontraba en ella, por lo que no podía comulgar, incluso algunos otros acusados afirmaban que veían a Jesús hecho Niño en el pecho de la acusada. Cuando ella abjuró reconoció los errores que había declarado, errores que se debían al mal espíritu que había sido el causante de todas las señales que ella había recibido, las revelaciones, visiones que ella había creído que eran verdaderas y enviadas por Dios. Lo mismo ocurría con la creencia que María Isabel Herráiz tenía de que el Señor se había colocado en su pecho y que se había consagrado en su cuerpo para efectuar una reforma general en el mundo por su ministerio y para el establecimiento de un nuevo Apostolado y que había de morir en Roma y su cuerpo subir a los cielos al tercer día, hechos que estaban anunciados en el Apocalipsis y otros libros sagrados. María Isabel Herráiz alegaba que todos estos pensamientos los había tenido por culpa del demonio, quien había transformado y acalorado su imaginación, ofuscado su entendimiento, entorpecido su razón para no descubrir el engaño. Justificaba que sus cómplices fueron buscados e inducidos por ella. En su declaración alegó que no pactó con el diablo sino que fue él el que la poseyó. Asimismo, reconoció que permitió la adoración de la que fue objeto, pero todo fueron artificios diabólicos. Los alborotos que se dieron en su pueblo tampoco fueron culpa suya, puesto que algunas personas creyeron en ella pero todo fue obra del diablo porque esas personas estaban en mal estado. Parece que hubo alborotos y excesos por parte de los "endiablados" o creyentes en la Beata Isabel. En la parte superior del folio 28r un anotador ha escrito: "Del cura Llamas a Alcantud" y "diciembre 11 de 800".

Suporte un folio de papel doblado en cuarto, escrito por recto y verso del primer cuarto y por el recto del segundo cuarto.
Arquivo Archivo Diocesano de Cuenca
Repository Inquisición
Fundo Procesos de delitos
Cota arquivística Legajos 642-643, Expediente 7825
Fólios Pieza 20, 28r-29r
Transcrição Laura Martínez Martín
Revisão principal Gael Vaamonde
Contextualização Laura Martínez Martín
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2014

O script do Java parece estar desligado, ou então houve um erro de comunicação. Ligue o script do Java para mais opções de representação.

Ave Maria Purissima

Mi Mas estimado y querido P Lector: He recibido la de Vm con la adjunta, y me alegro de su salud, y de la paz, y sosiego qe no dudo tendra en su corazon, no obstante los motivos qe ay para alterarlo: Hemos hecho la Novena, y funcion de nra Madre Purissima con felizidad pero con muchos ruidos, y Alborotos del enemigo, qe ademas de las consabidas se ha puesto en otras para exercitarlas, manifestando publicamente su rabia, y oposicion contra esta obra, una de ellas ha sido el tio Guardia, qe se ha puesto como el Cojo en sus principios, tan furioso, y desatinado, qe era largo el referir las cosas, qe han ocurrido, y tan publico, qe aun en la Yglesia em medio del mayor concurso saltaba con las suyas: Los designios del Sr en esto me parece son claros: pues de esto ha resultado una commocion Gl en las gentes ,qe estaban atemorizadas, una assistencia qual nunca al Novenario tanto por la mañana como por la noche, y nuebas conversiones aun de aquellos qe al parecer estaban mas lexos de creer estas cosas; Y lo mas particular, qe lo mas de la gente, aun los hombres se esperaban hasta qe salia N. para acompañarla hasta su casa, tanto qe para evitar atropellos tuve algunas noches, qe assistir para contener las gentes, qe a porfia andaban para acercarse, y besarle la mano; Mal viene esto con el reglamto del papel de los Sres, que aun no he recibido. En mi mano no esta el contener estas cosas, solo puede el qe las muebe. Lo de Guardia solo ha durado la furia unos quantos dias, ya esta en su tono regular, pero mucho mas fervoroso, pues dexando otras cosas particulares, qe ha tenido, se le manifesto el Sr en el pecho de N. con tanta claridad, y certeza, qe aunque se ofrezca poner la cabeza por asegurarlo esta dispuesto para ello. El Cojo ha tenido la misma manifestacion, y esta cada dia mas famoso. Fernando el de la tia escribana esta guapissimo, bueno, bueno, sigue con el metodo señalado, dize qe por lo qe le ha passado desde que Vm se fue tiene evidencia de estas cosas de N., y assi se porta. Dn Agustin ha vuelto a sus antiguos fervores, y aun mas, pues en fuerza de la gracia tan superior ha venido acompañando a N. trayendola de la mano con el sombrero quitado por la calle, sin detenerse en besarle la mano, y ponerse de rodillas delante de toda la gente, no ha podido hazer otra cosa, en cediendo la gracia no se lo qe hara. todas estas cosas, y gracias me parece son efecto de la Sra por el corto obsequio, qe se le haze en su Novena.

Vizente se fue a Cuenca dos dias antes de la fiesta de la Sra, La Antonia, y Ezequiela no han podido venir por el tiempo. Dn Atanasio no havia venido el dia qe Joaquin fue a llevar a Vizente.

De mi no digo nada, lo dexo a su prudente reflexion de Vm, pues podra contemplar como estare em medio de tantas cosas, y todo llueve sobre mi, la confianza, qe tengo en el Sr, y su Purissima Me es la qe me sostiene, pues no me faltan temores, dudas, y a vezes un exercicio mui fuerte, y assi unamos nras oraciones, y obre el Sr lo qe sea de su agrado.

Nro Francisco sigue bueno, con mucha paz, y oy jueves ha princi-piado con lo qe Vm le dexo ordenado. Reciba Vm sus afectos, y expressiones, y de los de casa, y de parte de ambos las dara a esse P Guardian, qe apreciamos mucho las qe nos embia, y quedo como siempre su afectmo Amigo en JC, y su Purissima Me

Oy Jueves 11 de Diciembre de 800. Juan Ximenez Llamas

PD De el cura de Casasimarro acabo de recibir carta me dize entre otras, qe para poner a cubierto no basta el disimulo, qe me tienen encargado en estas cosas, que diran estoi positibamte obligado a impedirlas por razon de mi oficio. A N. le ha sentado mui mal la carta, estando yo con ella en la mano me bolbio la espalda: No quiere el Sr impidan sus obras y mas aquellas qe han tenido la dicha de conozerlas. Yo no me atrevo a oponerme a ello, mientras no tenga orden superior, pues conozco claramte voy contra la voluntad del Sr, o negar el principio. espero me diga Vm lo qe halle por conveniente. N. no ha podido escribir mas, qe lo que va en la adjunta, no le sientan mui bien las cartas, qe vienen con temor, espera carta de Vm el primer dia de Navidad.


Legenda:

ExpandedUnclearDeletedAddedSupplied


Guardar XMLDownload textRepresentação em textoWordcloudRepresentação em facsímileManuscript line viewPageflow viewVisualização das frases