AVe maria
Sor Don Juan Rezimos la de
Vmd con sumo gusto por sa
ber se mantenia en salud qui
era Dios al presente se manten
ga con ella, en Giroma, y en mi
no ai novedad, mariquita to
das las oras tiene nobedad con
los azidentes que le dan, que se
pone para morir, i se pone mui
aflijida, i dize que no puede bivir,
i mucho mas se aflije biendo que
Vmd no biene que Juzga que el
obispo lo tiene a Vmd detenido,
mi Señora Doña Rosa queda sin
nobedad en la salud, y a sentido
mui mucho el que Vmd no le aia
escrito, i asi si Vmd se detubiese
algunos dias no deje de escrivirle
aunque no sea mas que dos Rien
glones, i queremos que aia paz; en el lugar no ai nobedad ningu
na, en la estada de Vmd cada uno Juzga lo que se le antoja, de
si es por esto, o por lo otro; y asi lo que yo le aconsejo a Vmd que se
benga de contado, i no aguarde un istante mas, i que una bez se
a de despedir de el obispo, pues sea quanto antes, i entonzes se sabra
lo que manda, o determina; ha Remito esas dos zertificaziones