El autor explica a Jerónima de la Cruz cuáles han sido sus últimos movimientos y los esfuerzos que están haciendo por echarle del convento. Le pide, además, que se mantenga firme en su declaración y que sea discreta con las cartas que se envían.
quinçe dias ha que estoi en el
convento, y no he salido a la
çiudad, ni saldre que es mas
y asi bien puedes vivir descui
dada, porque tanpoco io he lle
gado a pedir licençia por qui
tar la ocasion. de esta carta
ultima no he savido nada por
que el Prior no me ha llamado
como quando es otra; lo que te
encargo es que no lo dejes
de la mano porque inporta
porque esta aciendo quantas
diligençias son posibles para
echarme de aqui, y no como
quiera cerca de aqui sino qua
renta leguas, mas asta que venga
el Provincial no puede ser, y
asi aunque te envie a decir lo
que quisiere no te agas caso
sino tente tiesa y di que es
enpeño tuio, y que te tienen
enpeñada, y mas tiniendole
debajo como le tienes que
te esta tenblando, y asi el martes que viene no dejes
de escrivir con el ordinario porque inporta enviandole
a deçir que si no lo hace te pondra en ocasion de que vengas a
Toledo, y echale estas pildoras, y veras, arto me olgara poder ver
las cartas que te envia mas no se como acomodarlo, y asi mejor es dejarlo
por aora porque anda con brabo cuidado, para mi no venga carta
ninguna que todo llegara junto, y asi cuidado, y no descuidarse
en nada por aora que despues se descansara, ya envio a decir a