El autor da instrucciones a Nicolás de Lanuza para conducirse en su tarea de cuidado y supervisión de la salud y finanzas de don Diego Hurtado de Mendoza.
Mui sr mio: en vista de la de Vm en respta
de mi anterior qe me a entregado dn Anto de
Sines: digo quedo satisfho en lo qe eche menos
de la falta de Carta de Vm quando se trasla
do su Huesped dn Diego Hurtado del Combto a
su Casa de Vm, y ademas de lo qe me dice en qto
a los demas particulares me ha informado dho
dn Anto por cuia mano a benido su Carta mui
individualmte y en el de la qta qe se incluie del Prior
de sn Juan de Dios es mui bochornoso disputar
sela y qe de ello no se sacara fruto, ademas de no
hallarse ya ahi por haver pasado a el otro destino
y el se abra arreglado a su conciencia porqe me
parece se haya de estar por ella.
en quanto a lo qe dije a vm en
punto de la qe havia de llevar no es en el con
cepto de qe assi sea como vm a conceptuado si
no solamte en qe entrando en su poder las can
tidades qe se le librasen las distribuya
nada le falte al enfermo, pero con la
medida qe a vm le parezca, y sobre todo ma
nejandose segun su buena conducta y ha
ciendo toda aquella Confianza qe correspon
de a las circunsts de Vm y ha ya inteligenzdo
por mi anterior de todas las del asunto y al
el interesado en ello a logrado qto podia de
sear en el acojimto a su Casa y asistencia con su
fama respecto de qe el Medico qe de nuevo a
enviado a compreendido su mal, pero devemos