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Maarten Janssen, 2014-

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1798. Carta de Juan Ximénez Llamas, presbítero de la villa de Belmonte, para Juan Manuel de Alcantud, franciscano descalzo.

Author(s)

Juan Ximénez Llamas      

Addressee(s)

Juan Manuel de Alcantud                        

Summary

El autor explica a Juan Manuel de Alcantud la situación vivida por la beata María Isabel Herráiz durante esos días. Ya le había puesto al corriente en la carta anterior de que ella estaba llevando a cabo un largo ayuno que, según le informa ahora, duró 20 días. El último día que fue a verla advirtió en ella unos impulsos que la beata interpretaba como una señal del Señor mientras que para él era una indicación de que debía dejar el ayuno, por lo que mandó le preparasen algo de comer. Durante los días de ayuno ella sintió un gran frio que se fue cuando empezó a comer, aunque no le sienta bien lo que ingiere y tiene mucha sed. Él le ha mandado que coma a menudo especialmente carne. A causa del ayuno padece fuertes dolores y no sabe si habrá que consultar con un médico. Por último incide en los fuertes impulsos que ella sufre y que hace que en esos casos no pueden gobernarla.
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Ave Maria Purissima

Mi mas estimado, y Amigo P Lector: Recibi la de Vm por el correo con la adjunta, qe entregué, y veo la justa reconvencion, que me haze por no haver escrito, pero en mi anterior ya dezia a Vm el motibo, o causa de ello, y confieso qe padezco algo de la enfermedad, que Vm dize, y para curarla , oy Miercoles pierdo pereza para escrivir esta, y darle noticia del estado, en qe se halla la Ysabel.

El ayuno siguio en los mismos terminos, que insinuaba en mi anterior, hasta el Domingo en la noche, a la misma hora, qe cumplían Veinte Dias, y Veinte noches: Habiendo ido a ver como estaba aquella hora, adverti unos impulsos mui fuertes, qe no podia menos de manifestarse en lo exterior, le pregunté qe era aquello, y me dixó: Alguna Cosa quiere el Sr qe Vm me mande, pero que no entendia el que con Claridad; y si pedia interiormte al Sr me manifestasse, y pusiese en el Pensamto su Volun-tad: En efecto me pusé a discurrir qe seria aquello, mandé calentar una poca agua, mas no la pudó tomar, y haziendoseme mas manifiestos los impulsos me vinó entonzes al pensamto si acaso seria seria ya Voluntad del Sr el qe dexasse de ayunar, por lo qe mandé hazer una xicara de Chocolate qe le administré por mi mano, con lo que quedó totalmte sosegada, y yo sin la duda de que erá esto lo qe queria el Sr. Aquella misma tarde del Domingo se sintio con una Hambre extraordinaria, y un tedio, y disgusto tan raro, como si estuviera allá retirada en una grande soledad, acudio a unirse con el Sr, le parece se hallaria assi quando estaba en el desierto, y



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