Context | El 2 de mayo de 1628 Francisco de Cantos, estudiante graduado y matriculado de la Universidad de Alcalá de Henares, pidió la inhibición del alcalde ordinario de Santo Domingo de Silos (Burgos) en una causa matrimonial interpuesta por María de Castrillo, alegando que sus privilegios le permitían ser juzgado por el tribunal de la universidad. Francisco de Cantos fue imputado de un delito de estupro a instancias de Alonso de Castrillo, padre de María de Castrillo. Éste aseguraba que su hija -de quien alababa sus buenas prendas y virtud de doncella- había cedido a los ruegos amorosos de Francisco de Cantos bajo la promesa de matrimonio y, a resultas de la relación, había quedado embarazada. Francisco, quien partía a Alcalá de Henares para entrar en la universidad, se había comprometido a encargarse de la madre y la criatura mediante la expedición de una cédula que había firmado tres veces. Asimismo, encargó a Bartolomé de las Peñas, teniente de párroco y a quien le unía una relación de dependencia, que velara por María y así lo expresó en dos cartas. Tanto la cédula como las cartas fueron adjuntadas al proceso y objeto de reconocimiento por parte de Francisco de Cantos. Éste negó que las firmas de la cédula fueran suyas, pero no así las de las cartas. No obstante, cada una de las partes trató de argumentar la justicia de su causa mediante la presentación de testigos. El estudiante Francisco de Cantos trató que estos corroborasen las dudas sobre la buena virtud de María de Castrillo, así como las anteriores tentativas matrimoniales de la muchacha con otros solteros de la zona. El pleito se halla incompleto por lo que no contamos con una sentencia. |