Context | Francisco Alonso Bonifacio denunció a su mujer, Ana Sánchez, por adulterio. Previamente ella había presentado ante el tribunal eclesiástico de Plasencia una demanda de divorcio, que fue rechazada. En primer lugar Francisco Alonso solicitó que el tribunal obligase a su mujer a llevar vida conyugal, y por tanto a mudarse con él, a lo que ella se negó gracias a la protección de sus familiares. Posteriormente, Francisco procedió a la venta de la casa familiar, por lo que ella pidió que se separasen los bienes correspondientes a la dote. Tras llevar vida separada más de 12 meses, el marido tuvo conocimiento de que estaba embarazada, por lo que interpuso una nueva demanda por adulterio. Tras varias pesquisas, ella confesó haber estado embarazada de Juan González, pero declaró no haber sido por voluntad propia, sino por violación. Fruto del embarazo nació una niña que murió a los pocos días. Tras diversas pesquisas y las declaracioens de los testigos presentados, que certificaron la existencia del adulterio y la protección de la que disfrutaba la acusada gracias a la influencia de sus familiares, Ana Sánchez fue condenada por adulterio a ocho años de prisión en el lugar donde decidiera su marido. Hasta que éste lo comunicase, fue recluida en casa de unos parientes. Tiempo después el marido pidió que cumpliese la prisión en la galera de Valladolid, donde terminó de cumplir la pena, a pesar de sus peticiones de libertad alegando la existencia de hijos menores. |