Madrid
2 de Abril de 1827.
Sr D Felipe Mazarrasa.
Mi querido amigo: Siempre crehi el
final juridico que hemos visto en el
Sumario sobre el acontecimiento de
los Voluntarios Realistas. No hay
que buscarle una circunstancia ò
caracter particular à quien atribuir
tan escandaloso resultado: no por
El resultado ha sido tal cual
no en virtud de un acciden-
te secundario sino en fuerza de una
causa principe, original, motriz ó
como U guste denominarla que
residiendo en el exe de la gran Maquina influ-
ye en el movimiento de toda ella.
No pudiendo el lado izquierdo de-
tener la entrada en España del Duque
Angulema, tubo sin embargo maña pa-
ra pintar á esta Nacion divida exâcta-
mente en dos partidos de igual fuerza
numerica, moral, e; à los males era
necesario contemplar sin inclinar la
balanza á ninguna de las dos partes
pues la desesperacion (decian los Re-
publicanos Franceses) de cualquiera de
ellos podra acarrear las mismas con-
cecuencias que acarreo à la Europa
la del partido Republicano de Francia
exasperado con el tratado de Wilnitz
de 1791.
De aqui la
de Martignac, la disolucion de
la Regencia ò Junta de Oyarzum, el de-
creto de Andujar, la seca despedida del
Duque de Angulema... y de aqui la
conducta ò (como dicen los novadores) la
marcha incierta, tropezona, y vacilante
de nuestro Ministerio. U vera cada dia
en ese Puerto Barcos que despues de baxa-
das las velas siguen andando como mo-
vidos de algun secreto è invisible impul-
so. À èste movimiento llaman salida
los marinos, y este movimiento es
comun á todos los grandes cuerpos im-
pulsados con una fuerza proporcional
a su gravedad y volumen... Nosotros
nos encontramos cabalmente en el
movimiento de salida; es decir, que nos
encontramos à merced de un movimiento
cuyo origen es desconocido à la multitud
pero que indudablemente le tubo en Mar
tignac, en la destitucion de la Junta de
Oyarzum, y en el decreto de Andujar... Èl pa
rarà.
Yo estoy todavia sient erat in principio
y dentro de poco espèro llegar â ser el
de los Pretendientes y asi como ando
muy cerca de serlo de los Brigadieres
Esto es un Paraiso antes de la maldi-
cion de nuestro primer Padre, si es cier-
to, segun cuentan las viejas, que en-
tonces andaban las culebras de pie al-
rededor de Adan.
Mil expresiones al amigo y compa-
ñero D José; y crea U las nuevas pro-
testas que le hace de amistad y
su atento servidor que b su M
Vicente Gonzalez Moreno