Don Mariano escribe a su mujer para achacarle el incumplimiento de la real orden que reclamaba la reunión del matrimonio. Aborda cada uno de los puntos que doña María Antonia había alegado en sus cartas y que explicaban la dilación en su partida hacia la corte con la consiguiente reunión de su marido. Asimismo, se muestra sorprendido por el rechazo al matrimonio planteado entre la hija del matrimonio y el pretendiente que optaba a su mano, considerando la buena situación económica en que se hallaba.
Mi Querida Mariquita; quando se trata de
no admitir la sinceridad, y buena fe cuya
devilidad no es de esperar por mas tiempo de tu Jui
cio, y Christiandad, pues el proseguir en semejantes te
mas que no solo eludira los vinculos mas sagrados, y
progresivos de la Casa y familia, sino que se esta
a pique de arriesgarlos para siempre con desdoro de
todos y cargo de la conciencia de quien ocasione o
se deje aconsejar de semejantes desacuerdos, y esto es,
lo que yo, ya no omitire insinuar para libertar
de una vez las impresiones que pudiera cruzarse
en recargo de mis obligaciones, y aun añadire de tomar
los resolutivos medios que me dictare la razon y autori
dad para que se verifique irremisiblemente quanto crea
util a todos verificandose lo mas brebe nro viaje a es
ta Corte, en conseqa creo oportuno decirte padeces
alguna equivocacion en orden al Espiritu del Decreto
de 31 de Julio ultimo pues la unica causa que suspen
dio tu viaje fue la de suplicar yo, no tubiese efecto
la primera orden por lo terminante y estrecha; y en
su lugar se espidio la que rige: comence el cumplimto
de ella dandote dos meses para que evacuases tus va