Señor D Joseph: ânoche me dieron un papel de quien
apenas conozco por ser yo totalmte desconocido. No obstan
te hè venido en conocimto de quien es, lo que infiero de
su mismo contexto, que es tal, que â no sobrarme el
veneno para morir me fuera suficiente tosigo para
acabar. Discurro que ès el insinuado papel de una
muger, no lo fuera si no viniera rebozado con tantas
patentes ficziones. En fin, yo no puedo responderla por
haber hecho juramto de no escrivirla pero pues Vmd
sabe quien es la dixa de mi parte que si no se can-
sa de quitarme la vida? Que para que me pregun
ta como hè pasado la noche, si puede considerar ha-
bra sido sin juntar los parpados de mis lastimados
llorosos ôjos? Que de quando âcà tanta dulzura de
hijo mio, hermano mio, si hasta àqui solo hè sido
un sugeto? Que para que me dice que no puede vivir
sin mi si no voy â su casa, quando su total deseo ha
sido y ès el que no baya, no haviendo parado, yà
por palabras, yà por obras, hasta haberlo logrado?
Que para que haze mayor mi infelicidad pidiendo-
me autoridades morales para el fin de que buelba
â su domicilio, si sabe que ya no puedo ir? Què si
lo haze para que yo discurra, el que me estima, que
yà es tarde y porque conoce que me ès imposi-
ble mediante mi juramto poner los pies en su casa,
por eso me dice esto que a no haver esta circunstan-
cia â buen seguro no se acordaria de tal cosa. Y assi
digala Vmd que suspenda lo cruel, haciendose mas hu
mana y que no me diga tales cosas quando mi co-
nocimto â pasado â desengaño. Que me dexe lamentar
mi desgracia mientras ès tal que ni en divinas ni
humanas letras no se â visto semejante. Que me dexe
ir acabando poco a poco mi vida â furias de mi sentimto
y Vmd no dexe de insinuarla el que no me mande
escrivirla pues sabe que no puedo y si es xptana no
debe querer cometa culpa alguna. Y què pues sin
cometer culpa ni puedo escrivirla en todos los dias de
mi vida como de consiguiente ni ir jamas â su casa
què no me martyrize si no gusta de matarme màs
antes. Porque como hè de creèr quanto me dice qdo
antes estoy tan persuadido q me aborreze de muerte
creyendo no esperò el cura por su direczion y que
el haver ido conmigo a la Yglesia fuè por disimulo
y âora decirme que esta malo, como quien dice
por si acaso quiere estar con èl, entendiendo que
està malo lo suspenda? Pues digala Vmd que si lo
haze por esto que no hè de parar hasta verme con .
Y que las autoridades morales que para què las quie
re quando yà no pueden servir? no obstante què si las
quiere para desengaño de lo pasado que su santo
confesor como hombre tan docto le dara quanto
apetezca su deseo. Que yo totalmte me abstrahigo
pudiera abstraerme de sentir, pero me ès imposible quan
do considero lo q me sucede solo por mucho estimar
aora no dexa de hazer mayor mi dolor admirando
el azibar que me ôfreze este papel, debajo del dorado
de palabras cariñosas que estoy por decir, pero no quie
ro decir nada. Sino que la dè Vmd â entender como
le estimo su fineza y cariño q Dios se lo pague y
con dar fin con estas siguientes
Decimas
De dos penas q hà querido
dàr amor a un desdichado,
mayor q sèr olbidado
es el sèr aborrecido,
què el q ôlvida âquel olvido
en amor puede volber,
mas quien llega âborrezer,
quando se venga â acordar,
serà para maltratar,
que no para bien querèr.
El ôlvido es privacion
de la memoria importuna,
consiste en mala fortuna,
pero no ès mala intencion,
màs quien ciego de passion
contra la ley natural
àborreze en caso igual,
màs q olbido es el desdèn
puès sobre no querer bien
esta deseando mal.
Y si en fin aborrezer
es agraviar, bien se infiere
que èl què ingrato âborreciere
està cerca de ôfender,
y si ay quien quiera querer
ser antes aborrecido,
tome por suyo el partido
que si me han de maltratar
por no verme despreciar
quiero anegarme en olvido.
De Vmd spre âfecto
un sugeto
Señor Dn Jph ea.