Hermana la mas Querida que estimo
y estimare rezivi tu papel y entera
do en su contenido, te digo, que te a
gradezco mui mucho la fineza de
que te halegras de mis diversiones
pues an sido mui al contrario de lo
que te an dicho, porque como quie
ra del modo en que oy Dia me Ha
llo, Guerfano de Madre, y esta es
pezie esta tan fresca, y lo otro
estar ausente de tu bista; pues
te aseguro que tu heres muchas
bezes la causa de que io no tenga
tanto sentimiento porque
en acordandome de ti no se qu
ando dejarlo, y ojala plugie
r a Dios, de que siempre es
tuviera delante de tu presenzia
para no acordarme mas qe de
Dios y su Madre santisi
ma, y De ty; porque por este
medio no fueran tan sensibles
los sentimientos.
es berdad que en la Campa
na hubo una noche un sa
rado y me conbidaron para
zenar un sacerdote y Dn Juan
Pinillos, y su esposa y otras Ma
damas que hubo pero me faltaba
entre estas la que io estimo con
que los que se rregozijaron fueron ellos,
pues a mi bastantes histanzias me
hizieron para que dijera alguna re
lazion y io me escuse con mi luto
pero sin embargo de tener dicho lu
to si tu te hubieras hallado hubie
ra dicho alguna cosa.
Yo me alegro que el rretrato de mi
corazon fuese motivo para tu
alegrias Zeso y no de rrogar a Dios
me guarde tu bida por los años que
te deseo.
Quien t estima de Cora
zon es aquel que tu bien
saves.
aDios mi vida