El autor aconseja a Juan José Aranda que eche de casa a su criada, Ana María Gayán, ante las quejas de los feligreses sobre su vida escandalosa y para evitar que estas lleguen a oídos de la Justicia.
[1] | queja que se a dado, con tantos pelendengues,
|
---|
[2] | que ciertamte no creiera diese Vmd motivo, a
|
---|
[3] | tanta Zensura, sabiendo lo que antes le paso, y
|
---|
[4] | abandonando las obligaziones de Parrocho, dan
|
---|
[5] | do tan mal egemplo a sus feligreses, que son los
|
---|
[6] | que han dado la queja, pero tan llena de noti
|
---|
[7] | cias, que no ofrece duda, y la que pueda ofre
|
---|
[8] | cer, es solo la de q esa muger se vaia a su lugar,
|
---|
[9] | mientras Vmd abraza mi consejo, y toma dha
|
---|
[10] | probidencia (que no lo dudo, si se quiere bien)
|
---|
[11] | estare a la mira para que este parchazo no
|
---|
[12] | llegue â oidos de su Illma ni del sr Probisor
|
---|
[13] | lo que me seria mui sensible, por lo qe le esti
|
---|
[14] | mo, pues seria su ultima desonrra, y con
|
---|
[15] | firmacion del concepto q de Vmd tiene echo
|
---|
[16] | su Illma y asi se toca, en lo poco preste qe le ha
|
---|
[17] | tenido en las repetidas oposiciones que
|
---|
[18] | lleba echas a los Curatos, no obstante de qe
|
---|
[19] | me consta haver quedado en proporcion
|
---|