El autor recrimina a Juan José Aranda su vida licenciosa y le advierte de que su comportamiento escandaloso puede provocar la intervención del Santo Oficio.
[1] | esto no es mio qe asi lo dize sn Pedro Damiano
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[2] | ojala qe mientras gastas el tmpo en fandan
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[3] | gos y pasatiempos mui impropios de tu estado
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[4] | y ministerio, lo ôcuparas como deves en leer
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[5] | en libros espirituales pra aprender â edifi
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[6] | car y dar buen exemplo a tus obejas, Como
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[7] | Dios te lo manda baxo de pena de Pecado mortal
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[8] | pues saves qe los pecados del pueblo qe se Come
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[9] | ten por culpa y mal exemplo de los sazerdotes
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[10] | son los mas sensibles para su Magd de qe nos
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[11] | ha de residenziar rigorosamte y saviendo
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[12] | tu qe por tu imprudenzia, sovervia, y rela
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[13] | xamto escandalizas al pueblo dando
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[14] | motibo a todos a la murmurazon estas
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[15] | tan Yerto y frio en el sto temor de Dios
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[16] | qe aunqe lo Ves, y lo oies, y lo tocas nada
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[17] | te haze eco, y Vives tan descuidado, Como
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[18] | si no fueras sazerdote ni Cura, y aun me
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[19] | atrebo à dezir Vives peor qe el peor feligres
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[20] | secular de los de ese Pueblo, pues â ninguno
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