El autor escribe a Pedro de Orellana para darle diversas informaciones, en especial sobre algunos libros que este le ha encargado. También le confía detalles de sus encuentros amorosos con una mujer.
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acatando tanbien ella mi cortedad q aun por dios no la bese
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con en mi vida aver tocado mi mano a la suia fue su benignidad
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tal q me abrio donde dimos conclusion a tanta pena como yo sen
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tia y ella q no menos lo deçia si era a la saber y entrado le dixe
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lo q avia pensado de q no poca rrisa fue la suia Vm
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m estara esperando y a la noche terne mas espaçio y escre
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vire muy ad longun y lo de la noche seguda q fue muy
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lastimoso para mi y todo lo dicho y lo q dixere en tal materia
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yra debaxo del sello de la palabra q Vm me a dado de quedo
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por servidor perpetuo
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que sus manos besa
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