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Maarten Janssen, 2014-

PS6152

1706. Carta de Baptista, pseudónimo de Blas Martín Pingarrón, para fray Francisco Fernández y Villegas, religioso de Nuestra Señora del Monte Carmelo.

ResumoEl autor narra a fray Francisco Fernández y Villegas sus conversaciones con Manuela Ramos.
Autor(es) Blas Martín Pingarrón
Destinatário(s) Francisco Fernández y Villegas            
De España, Toledo
Para España, Madrid
Contexto

Proceso de fe contra Manuela Ramos, alias Manuela Sánchez, alias Manuela de Santa Leocadia por alumbrada, deshonesta e imbuida en los errores de Molinos, abierto entre 1708 y 1711. Manuela Ramos nació en Novés (Toledo) en 1679 y fue educada en la doctrina católica, se declaró cristiana vieja y descendiente de cristianos viejos. A los once años se quedó huérfana de madre y se trasladó a la villa de Illescas (Toledo), donde comenzó a servir en un convento de religiosas de la Concepción Francisca. Pasados cinco años y tras el fallecimiento de su padre, su hermano la trasladó al convento de Santa Isabel de Toledo, donde aprendió a leer y escribir. Beata de Nuestra Señora del Carmen, desde 1700 hasta 1704 tuvo como confesor a fray Manuel de Santa Leocadia, religioso carmelita descalzo y residente en el convento de Toledo. En noviembre de 1704, Manuela se trasladó a Madrid por espacio de tres meses, huyendo del acoso y de las amenazas de un tal Francisco, carpintero, que pretendía casarse con ella. Durante su estancia en Madrid se hospedó en casa de Diego de las Cuevas y tuvo como confesor a fray Francisco Fernández de Villegas, religioso carmelita descalzo y prior de Valdemoro. En 1707 se casó en Toledo con Blas Martín Pingarrón.

Durante el proceso que la Inquisición abrió contra ella fue juzgada por los delitos de herejía, alumbramiento y deshonestidad. Concretamente, se la acusó entre otras cosas de: fingir visiones y revelaciones divinas, mantener relaciones prematrimoniales, y mantener una relación carnal ilícita con su confesor, fray Francisco Fernández de Villegas. En el proceso se incluyeron 48 cartas (PS6143-PS6191) que fueron utilizadas como prueba incriminatoria de los citados delitos. Las cartas aparecen cosidas y reunidas en un cuaderno adjunto al proceso. Dentro del cuaderno se distinguen claramente dos conjuntos epistolares: 18 cartas escritas por Blas Martín Pingarrón y dirigidas a fray Francisco Fernández de Villegas, y 28 cartas escritas por Manuela Ramos y dirigidas a fray Francisco Fernández de Villegas. Se incluye también una carta firmada por Diego del Amor, alias Diego de las Cuevas, y por Cristóbal de Alfaro (PS6164) a fray Francisco Fernández y Villegas, y copia de una carta escrita por Pedro Pablo Díez, boticario de Yepes, a Manuela Ramos (PS6178). Dentro del proceso todavía se mencionan dos cartas más que no aparecen en el cuaderno: una escrita por fray Francisco Salazar, religioso carmelita del convento de Valdemoro, y otra escrita por Manuela Ramos, ambas dirigidas a fray Francisco Fernández de Villegas.

Respecto a las cartas de Blas Martín Pingarrón, éste las reconoció como suyas y en su confesión al Santo Oficio explicó la razón que le llevó a escribirlas: Villegas iba con frecuencia a visitar a Manuela Ramos a Toledo y, en vista de las visiones y alucinaciones que sufría Manuela Ramos, le pidió a Blas Martín Pingarrón que le mantuviese informado del estado de su mujer mientras él se encontraba ausente. Por tanto, las cartas de Blas Martín Pingarrón "se reducían a decir [a Villegas] lo mucho que [a Manuela Ramos] la atormentaba el demonio y algunas visiones que había tenido" (f. 188r). La correspondencia entre Blas Martín Pingarrón y fray Francisco Fernández de Villegas se produjo aproximadamente entre 1706 y 1707 y su contenido se utilizó como prueba incriminatoria para demostrar que tanto Manuela como Villegas eran "ilusos, iludentes, hipócritas y fingidores de favores sobrenaturales" (f. 231r). En las cartas, Blas Martín Pingarrón solía firmar como "Baptista" y referirse a Manuela Ramos como "M" o como "Rosa".

Respecto a las cartas de Manuela Ramos, en su confesión al Santo Oficio ésta no las reconoció como suyas y alegó que fueron escritas por una tal María Basagutia, con quien había convivido la reo durante algún tiempo en Toledo. Durante el proceso, se demostró que esta afirmación era falsa y que en realidad las cartas pertenecían a la propia Manuela Ramos. Se la acusó de querer engañar al Tribunal con la letra: "[...] ni es menos digna de reflexión la mudanza y variedad de letras con que esta reo procura disimular (aunque infructuosamente) la suya propia que regularmente ha hecho y sabe hacer, pareciéndola que por este medio ha de dar algún cuerpo a la pertinaz negativa de las dichas sus cartas; pues siendo así que la letra de sus firmas, que tiene reconocidas por suyas propias en los papeles y delaciones que presentó en este Tribunal antes de venir presa a él, bastantemente airosa, y denota tener suelta la mano y usar de letra mayúscula en la inicial de dicha firma, luego que entró presa, sospechando el cargo que se le había de hacer e hizo de las dichas cartas, empezó a practicar la simulación referida en las firmas de sus audiencias, queriendo manifestar en ellas la torpeza y dificultad que tenía para escribir, ya en la pausa con que las firmaba y ya con la duda que expresaba de si sabría empezar dichas firmas con letra grande" (f. 557r-v). Estas sospechas, junto con la opinión de cuatro peritos caligráficos, demostraron la autoría de Manuela Ramos. La correspondencia entre Manuela Ramos y fray Francisco Fernández de Villegas se intercambió aproximadamente entre 1704 y 1706 y se utilizó como prueba incriminatoria para demostrar que la relación entre ambos no era sólo de amor espiritual, por varias razones: en primer lugar, por las cruces y ceros que acompañaban a muchas de esas cartas y que representaban besos y abrazos, por la forma cautelosa en que se escribían, ocultando muchas veces sus verdaderos nombres, y por último, por algunas de las fórmulas utilizadas (por ejemplo, "esposo de mi alma"). En las cartas Manuela Ramos solía firmar como "Manuela de Santa Leocadia" o como "Manuela Bautista".

En definitiva, el contenido de las cartas adjuntas al proceso se utilizó como prueba instrumental tanto para demostrar que la relación entre Manuela Ramos y fray Francisco Fernández de Villegas no reflejaba un amor “puramente espiritual, antes bien [...] dicho trato era de amor humano, sensible y muy cerca de sensual, si de hecho no lo era, y a lo menos muy peligroso y ocasionado a ruinas espirituales contra la honestidad” (f. 231r); como para acusar a Manuela Ramos y a fray Francisco Fernández de Villegas de ilusos y alumbrados.

En la sentencia del proceso contra Manuela Ramos se falló lo siguiente: que la reo perdiese la mitad de sus bienes; que saliese al cadalso en forma de penitente y con una vela de cera para abjurar públicamente de los errores y herejías de los que fue acusada; que fuese desterrada de la corte de Madrid y de las villas de Novés e Illescas con ocho leguas en contorno por espacio de cuatro años; que el primero de dichos años lo cumpliese en la cárcel, llevando públicamente encima de sus vestiduras el sambenito de un aspa.

Preguntada la reo sobre la carta aquí transcrita, Manuela Ramos la reconoció como carta de su marido. Preguntada sobre su contenido, explicó que en ella se hacía alusión al deseo de que su boda con Blas Martín Pingarrón quedase en secreto y a la reprimenda que recibió de doña María Pantoja, suegra de Isidro González. Asimismo, se aludía a la relación entre fray Francisco Fernández de Villegas y una de sus confesadas, la beata Ángela del Santo Sacramento. Manuela Ramos habría recibido una carta de fray Antonio de Soto en la que éste le manifestaba sus deseos de separar al confesor y a la beata. La acusada afirmó que nunca llegó a escribir a fray Francisco Fernández de Villegas con tal propósito.

Suporte un cuarto de papel escrito por recto y verso.
Arquivo Archivo Histórico Nacional
Repository Inquisición
Fundo Tribunal de Distrito de la Inquisición de Toledo
Cota arquivística Legajo 105, Expediente 04
Fólios 15r-v
Socio-Historical Keywords Laura Martínez Martín
Transcrição Gael Vaamonde
Contextualização Gael Vaamonde
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2013

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jhs

Padre y ssor mio Zierto es q el Diablo esta Rabiando aun mas de lo q Vm puede discurrir prque estos dias no a zessado de persseguir a M. ya con fantasmas orrorosas ya poniendola mill temores de q se pierde y que yo estoy muy mortificado y q es fingido lo q la estimo y ottras mill quimeras de q no saca ningun frutto. y anttes vien nos haze mucha Mrd en lo que pienssa hazernos mal pues es Ziertto que sin sentir nos emos de allar con el quentto acabado: ayer llego a ella en los Agnos. la suegra de Yssidro y empezo a dezir es possible que una muger de la virtud de usted de Lugar a q se presuma lo q me an dho; pr que no se Retira usted a su cassa, y ottras cossas q al tenor yba ensarttando. a las quales sin querer oyrlas nada Respondio M. baya usted con Dios q vien se a lo q viene y de parte de quien, digale a ese cavallero q juzque sus acziones. y su vida en q no ara arto) y no quiera juzgar a los demas y esto y otras palabras. con la salssa y ayre q sabe q la hizo callar y yrsse mas q de passo. esto me pareze yra de mano en Mano asta q llegue a mis parientes q seran quien agan las diligas de q se acabe de saver y en fin benga lo q viniere q ya esta tragado todo el ayre a q esto se puede Reduzir. la dependenzia del herm y ssr dn Diego nos alegramos tome el sessgo q Vm nos dize y de q se alle tan consolado ôi q de cossas se me ofrezian ô pr mejor dezir a M. q dezirle para Reyr un rato ella queria q yo dijese algo en esta y a lo menos me a echo q diga le mande Vm me enseñe a Rezar el ofizio mayor para q a un tpo nos hordenemos. y cantemos missa; y no dejamos de gastar algunos Ratos Repassando sus Nominativos y los nuestros y ottros conssiderando sus converssaziones de Vm q vien nos alegraramos de allarnos en ellas y vien conozemos como estara Vm pues le conssideramos viviendo mas en nosottros que en si mismo Dios nos conzeda lo q tanto desseamos pues no se como emos de vivir de ottra manera. M. se alla muy llena de Dios y la Mala Pesca no la quiere dejar ablar lo q antes no hazia si no es a Ratos. estos 15 dias a la e visto demasiado cuidadossa de Vm y lo mas q la e podido sacar es que diga a Vm siente mucho no poder escrivir. sobre una materia q tiene prebenido a Vm ottras vezes de una confessada suya a quien dize no la visite porque la teme mucho q se contente con bessar el escapulario y no mas que sus descuidos d ella son cuidados q bastante dize con esto para que Vm lo entienda. a los hermos finas memas de ntra parte y a Dios que nos gde a Vm en si mismo m a tolo y octte 5 de 1706

hijos de Vm q de corazon le aman en xpto Bapta y Rossa

oy emos ydo al sagrario y emos echo lo q Vm manda dize M. q si save ya Alfaro el qto del hermo dn Diego y q q tal le a sentado


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