El autor reconoce a María de Misas que ha errado en su comportamiento y le pide perdón. Le insta a que le cuente lo que ellas han declarado para preparar su defensa y le explica las consecuencias que puede sufrir si obra mal.
Viva Jesus
Señora mia Recivo la de vramd a merçed con
el gusto que puede considerar y quedo como dios
save pluviera su magestad quedara en la sepul
tura o no huviera nacido pues e sido tan mal
hombre y tan ingrato a sus veneficios divinos
y no viera los trabajos d este mundo y lo incons
tante de las criaturas pero son un laberinto
los humanos coracones mas supuesto q su
magestad asi lo quiere y dispone cumplale
su santissima voluntad y confio en su mise
ricordia infinita q me perdonara pues le
estoi continuamente pidiendo perdon y pro
metiendo la enmienda parece q en lo q usted
me da a entender es caso de inquisicion ya
gracias a dios se le cumplio a la sobrina de
usted lo q yo le dixe en alguna ocasion
pero io diera uno de los dos braços q tengo
por hallarme presente delante de vuesa
merced y su sobrina porq vien save mi dios
y save ella misma q no tengo culpa y en
caso q la tuviera podia advertir usted a
su sobrina q xhristo nos manda, q corrija
mas al q ierra y si correjido no se enmen
dare entonces es bueno el castigo pero nu
ca pense q huviera tan poca caridad mas
permitira dios esto para maior humilla
cion de mi sovervia pero tanvien conos-
co q abra sido obra del demonio porq de su piedad de usted
y la de su sobrina nunca creiera tal co-
sa porq aunq ustedes no miraran mi per
sona ni mi credito devian mirar el de mi
havito el de mi religion y el de ustedes mis
mas; q dira el mundo q dira todo ese pue
blo en saviendo q por ustedes me sucede a mi
y a mi havito esto, q dira? q dira toda la comar
ca y toda la provincia del havito santo
de la tercera orden, q diran de las beatas