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un bifolio de papel doblado en folio, escrito por recto y verso del primer folio y por el verso del segundo folio.
sin cambio de línea entre la fórmula de saludo y el inicio del texto
cruz
Diego Asensio de Vicuña informa a Antonio de Amilleta y Vidarte sobre las novedades en relación a su viaje y a la salud de su familia.
Para hacer uso de las imágenes es necesaria la autorización del Archivo Histórico Nacional.
El 5 de Agosto de 1678, don Manuel de Gaviria, don Diego de Vicuña, don José de Veragua, don Antonio de Amilleta y Vidarte y don Diego Ignacio de Burgos salieron por las calles de Vergara (Guipúzcoa) con gran ruido de música y escándalo. Llegaron al paraje de la fuente de Iturriozaga y entraron en la casa de don Nicolás Antonio de Madariaga, caballero del hábito de Santiago, y le robaron unas gallinas. El propietario denunció el hurto y, como venganza, los arriba mencionados escribieron una jaculatoria infamante que hicieron pública y que decía lo siguiente: “Jaculatoria de mátalas callando y ordenes nuestro capitán que las manda leer a la ora de nona a sus súbditos conteniendo lo siguiente. Por cuanto a mis oídos ha llegado haber faltado a Nicolao seis gallinas; y el gallo miente que no había gallo. Me es preciso dar cuenta fidelísimos soldados y aliados míos por si acaso vosotros habéis incurrido en dicho.” Además de las injurias verbales, el 7 de agosto atacaron a don Nicolás Antonio de Madariaga, quien recibió una pedrada en la cabeza que le dejó malherido y acabó por provocar su muerte. Los implicados en los sucesos se dieron a la fuga. Las diligencias judiciales se centraron en esclarecer los hechos arriba descritos mediante un exhaustivo interrogatorio a los vecinos del pueblo, así como en determinar la autoría de la jaculatoria. Para ello se incautaron diversas cartas en la casa de don Antonio de Amilleta y Vidarte que se usaron como prueba caligráfica que determinó la autoría de Diego Vicuña. La sentencia determinó la culpabilidad de los implicados y estableció las siguientes penas. Don Manuel de Gaviria y Don Diego de Vicuña, huidos y en rebeldía, debían de ser prendidos, llevados a la cárcel pública y luego sacados en mulas enlutadas para escarnio público, llevados al cadalso y degollados. Además se establecieron las siguientes penas pecuniarias: el primero debía pagar 800 ducados a las querellantes -doña Magdalena de Plazaola Peñarreta, mujer del asesinado, y María Francisca de Zavala, hermana del mismo- y 180000 maravedís para la Cámara del Rey. Por su parte, el segundo debía pagar 700 ducados a las querellantes y 160000 maravedís para la Cámara del Rey. Don José de Veragua, también huido, debía ser prendido y conducido al cadalso para su ahorcamiento. Debía pagar, asimismo, 600 ducados a las querellantes y 140000 maravedís para la Cámara del Rey. Don Antonio de Amilleta y Vidarte fue condenado a servir al rey en un presidio de África por cuatro años, a lo que había que sumar otros cuatro años de destierro de la villa de Vergara. Debía pagar 600 ducados a las querellantes y 120000 maravedís a la Cámara del Rey. Por último, don Diego Ignacio de Burgos fue condenado a 6 años de destierro más 300 ducados para las querellantes y 80000 maravedís para la Cámara del Rey.
Letter from Diego Asensio de Vicuña to Antonio de Amilleta y Vidarte.
Diego Asensio de Vicuña informs Antonio de Amilleta y Vidarte about his trip and about his family.
On the 5th of August, 1678, Manuel de Gaviria, Diego de Vicuña, José de Veragua, Antonio de Amilleta y Vidarte and Don Diego Ignacio de Burgos went out in the streets of Vergara (Guipúzcoa) playing music, making a lot of noise and causing a scandal. They arrived at the spring of Iturriozaga, entered the house of Nicolás Antonio de Madariaga, Knight of Santiago, and stole some chickens. The owner denounced the theft and, as a revenge, they wrote and made public a defaming text. In addition to verbal insults, on the 7th of August they attacked Nicolás Antonio de Madariaga, who was hit by a stone on the head, a blow that left him badly wounded and eventually caused his death. The men involved in the events ran away.
The authorities investigated all these events through a thorough interrogation of the villagers, and tried to determine the authorship of the defaming text. For this purpose, various letters were seized from the house of Antonio de Amilleta y Vidarte, and they were used as calligraphic proofs to determine that the author was Diego Vicuña. Manuel de Gaviria and Diego de Vicuña, runaways, were condemned in absentia to be captured, taken to the public jail, exposed to the public scorn mounting mules in mourning, led to the gallows and killed by slitting their throat. In addition, they were condemned to pay 800 and 700 ducats, respectively, to the plaintiffs: Magdalena de Plazaola Peñarreta, wife of the victim, and María Francisca de Zavala, his sister, and 180.000 and 160.000 maravedís to the King. José de Veragua, who was also a runaway, was condemned to be taken to the gallows and hanged, and to pay 600 ducats to the plaintiffs and 140.000 maravedís to the King. Antonio de Amilleta y Vidarte was sentenced to hard labour in a prison in Africa for four years, and to four years of banishment from the town of Vergara. He had to pay 600 ducats to the plaintiffs and 120.000 maravedís to the King. Eventually, Diego Ignacio de Burgos was sentenced to six years of exile and forced to pay 300 ducats for the plaintiffs and 80.000 maravedís to the King.
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