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un folio de papel doblado en cuarto, escrito por todas las caras.
sin cambio de línea entre la fórmula de saludo y el inicio del texto.
cruz
La autora expresa a Miguel Díaz cuánto lo echa de menos y le da noticias de su embarazo.
Para hacer uso de las imágenes es necesaria la autorización del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid.
Pleito del fiscal del crimen contra Miguel Díaz, zapatero natural de Madrid, sobre el robo de una capa, un chaleco, y otros efectos en la ciudad de Burgos. Manuel Pacheco conoció en la plaza mayor de Burgos a un hombre que dijo llamarse Miguel Díaz, al que buscó trabajo en un taller y dio cobijo y alimento durante un mes. Llegado cierto domingo, Miguel Díaz le pidió a Manuel Pacheco una capa, un pantalón, una camisa, un chaleco y unos zapatos para ir a misa, y ya no regresó. Manuel Pacheco intentó entonces averiguar el paradero de Miguel Díaz con el fin de recuperar sus pertenencias. Para ello, y habiendo indicios de que Miguel Díaz se había ido a Valladolid, un amigo de Manuel Pacheco llamado José Fernández escribió una carta a su hermano Juan Fernández —vecino de esa ciudad— pidiéndole que comprobase si Miguel Díaz se hallaba allí, como así resultó ser. Por otra parte, Manuel Pacheco escribió una carta a Juan Fernández en la que le describía las prendas que le habían sido sustraídas. Estas dos cartas (PS6262 y PS6263) fueron aportadas al proceso por Juan Fernández. Finalmente, se incluyeron también otras tres cartas (PS6264 a PS6266) dirigidas a Miguel Díaz y que éste se olvidó en Burgos. Manuel Pacheco las encontró y se unieron al proceso «para los efectos que convengan». Estas tres cartas fueron escritas por Bernabea Robles, amante de Miguel Díaz y esposa de un militar que respondía al nombre de Gregorio. Como resultado de esa relación, Bernabea Robles se quedó embarazada.
Miguel Díaz fue condenado a dos años de trabajos públicos en Zamora y obligado a devolver las prendas robadas y a pagar las costas del juicio.
Letter from Bernabea Robles to Miguel Díaz, a shoemaker apprentice.
The author expresses to Miguel Díaz how much she misses him and gives news about her pregnancy.
Following an accusation for the theft of a cloak, a vest and other items in Burgos; a prosecutor started a litigation against Miguel Díaz, a shoemaker native to Madrid. Manuel Pacheco met a man by the name of Miguel Díaz in Burgo´s Plaza Mayor. He helped him to look for a job in a workshop, sheltered and fed him for a month. One Sunday, Miguel Díaz asked Manuel Pacheco for a cloak, a pair of trousers, a shirt, a vest and a pair of shoes to go to mass and he never came back. Manuel Pacheco tried to find out Miguel Díaz´s whereabouts in order to reclaim his belongings. To this effect, and having evidences he had gone to Valladolid, Manuel Pacheco asked José Fernández to write to his brother, who lived in Valladolid, to try to find out if Miguel Díaz was there, as he happened to be. On the other hand, Manuel Pacheco wrote a letter to Juan Fernández in which he described the stolen clothes. These two letters (PS6262 and PS6263) were provided to the process´ documentation by Juan Fernández. Eventually, three other letters that Miguel Díaz left behind were also included (PS6264 to PS6266). Manuel Pacheco found the aforementioned letters and handed them to the process´ documentation «in the event it was necessary». The aforementioned three letters were written by Bernabea Robles, Miguel Díaz´s lover who was married to a military officer named Gregorio. Bernabea became pregnant as a result of that relationship.
Miguel Díaz was sentenced to two years of community work in Zamora, to return the clothes and to pay the expenses of the trial.
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