Villar del Aguila
y septiembre 9 de 96.
Mi Amigo, y estimado P Lector: Deseo no tenga Vm no-
vedad en su salud, y lo passe bien en essa, yo estoi para quan
to Vm guste mandarme.
De el assunto consabido ea pensaba darle a Vm razon
individual, pues queria me fuesse diziendo lo qe le passa, y me tie-
ne comunicado en el confesonario, e irlo anotando en esta, pe
ro se ha puesto tan mala, y ha sido tal la guerra, qe por mas
qe h echo de los remedios &a no ha sido posible: Por lo qe unica
mte digo a Vm lo qe advierto, y es qe el exercicio sigue cada
dia mas fuerte, los impulsos del corazon lo mismo, principalmte
en los dias de comunion, qe parece le da golpes en el pecho, y co-
mo qe quiere salirse, tan fuerte dize es la inclinacion, qe sien
te; pero el mayor apuro es quando se junta con el exercicio
y este tira a impedirle aquella inclinacion, y mas si se junta
la tentacion de qe sera todo engaño: esto es lo qe puedo por aora
dezir a Vm, y qe cada dia estoi mas atonito, y confuso, al ver
estas cosas, no se qe quiere Dios de esta criatura: Vm puede
ver lo qe mejor convenga, y advertirme lo qe halle por con
veniente.
No tengo lugar para mas. Reciba Vm mis afectos, y man
dar a este su Amigo y Capn que es todo suyo
Juan Ximenez
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