Manuel escribe a Francisco para realizar una crítica de su obra y comentarle algunos pasajes concretos.
Deberemos precavèr antes el
riezgo:
Pasce canes, qui te lanient, catulosque luporum.
Bien se yo como pueda ser
misterio el pecado, y que no sea
pecado por ser misterio. Pero
cabe en el espacio de la posi-
bilidad en este asumpto, que
pueda ser virtud la mas exe-
crable culpa? Si la necesidad
de convertir à los suspensos, per-
mite tal hypothesis, q nosotros
practicamente admitamos tan gra-
ve indiferentismo, el proiecto no
serà Circe de irreligioso delicto;
pero aun todavia entonces serà imposible un tal
proiecto.
El q intente elegir
la verdadera religion haci-
endo juicio con su razon por
los misterios, y no por lo mo-
ràl, se precipita. Para eso famoso
alguno dijo baste la razon
natural sola, pq si no los