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Maarten Janssen, 2014-

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1578. Carta de fray Francisco de Salazar, obispo de Salamina, para el licenciado Velázquez.

SummaryEl autor informa al licenciado Velázquez de las acciones que está llevando a cabo el conde de Barajas y que han supuesto la prisión e interrogatorio de un paje suyo.
Author(s) Francisco de Salazar
Addressee(s) Velázquez            
From España, Sevilla
To España, Sevilla
Context

El 28 de julio de 1578 Diego Ximón, labrador de Campillo de Llerena (Badajoz), se presentó ante los inquisidores de Llerena (Badajoz) para acusar a fray Francisco de Salazar, obispo de Salamina, de pecado nefando y blasfemia. En una de las paradas de un viaje que realizó el obispo junto a su séquito desde Madrid a Sevilla, el religioso hubo de alojarse en la casa que la encomienda del Maestrazgo de Santiago tenía en Campillo de Llerena y que estaba regentada por el susodicho Diego Ximón. Según el testimonio de este, el obispo mantuvo un encuentro con uno de sus pajes y profirió, además, algunas blasfemias. Aunque los inquisidores entendían de la gravedad del suceso, la potestad para procesar al obispo no recaía en ellos, sino que, en virtud de lo dispuesto por el Concilio de Trento, debía ser juzgado por la sede romana. No obstante, con el obispo ya en Sevilla, el rey ordenó a su asistente en aquella ciudad, el conde de Barajas, que investigase los hechos, centrándose en los acompañantes del prelado. El objetivo del conde era lograr una confesión positiva del paje, llamado Lorenzo de Santas Martas, que incriminase al obispo de cara al juicio. Aunque en un principio desmintió lo ocurrido, Lorenzo de Santas Martas acabó cediendo a las presiones y admitió la comisión del pecado nefando. Ignorante de las consecuencias penales de su implicación -que, por otro lado, había sido forzada- en el delito, quizás fue persuadido por el asistente para confesar asegurándole que no tendría ninguna consecuencia punitiva. Menos suerte hubo en los interrogatorios efectuados a otros miembros del séquito, en concreto a Luis de Salazar, sobrino del obispo. Este negó tajantemente los hechos y se limitó a declarar que no había visto ni tenía noticia de los excesos de su tío.

Fray Francisco de Salazar trató, desde un principio, de influir en el proceso, del que tuvo algún conocimiento gracias a las informaciones aportadas por su sobrino. En este sentido, escribió diversas misivas que pretendían favorecer su posición. Así, intentó servirse de la mediación de la condesa de Barajas ante su marido, vertiendo acusaciones de persecución política. Pero, sobre todo, procuró convencer a su paje para que no revelase nada. Para ello le envió unos billetes pretendidamente anónimos, que, sin embargo, terminaron en manos del conde de Barajas y agrandaron las sospechas sobre la conducta del obispo. El asistente rastreó incluso en el pasado del religioso comportamientos similares, buscando a sus antiguos pajes e inquiriendo si habían sufrido acciones parecidas a las admitidas por Lorenzo de Santas Martas. Los intentos del conde dieron sus frutos, ya que se consiguió que Lucas Gómez atestiguara haber recibido ciertas insinuaciones, si bien estas no fueron consumadas.

Cuando se iniciaron las primeras alegaciones por parte de los criados encarcelados, el procurador de Lorenzo de Santas Martas trató de valerse de aquellas excepciones que podían salvar a su defendido de la terrible pena que conllevaba tal delito. Intentó demostrar que era menor de catorce años y también se puso en duda su salud mental, pero estos argumentos no tuvieron peso en la decisión final. El pleito civil fue concluido por el conde de Villar, nuevo asistente tras la promoción del conde de Barajas. En marzo de 1579 se sentenció la causa contra Lorenzo de Santas Martas, quien fue condenado al garrote y a la hoguera. No obstante, la pena no llegó a aplicarse, ya que se iniciaba entonces el proceso religioso contra el obispo, seguido por el arzobispo de Sevilla, después de las gestiones de la Corona y la Nunciatura. A lo largo de casi cuatro años, el obispo estuvo insistiendo en su inocencia, confiado de que su paje negara las acusaciones sostenidas en presencia del conde de Barajas. Así lo hizo Lorenzo de Santas Martas, deseoso de salvar su vida, y a pesar de los tormentos a los que fue sometido. Finalmente, en marzo de 1583 el arzobispo de Sevilla dictó sentencia: fray Francisco de Salazar quedaba degradado a la condición de simple fraile y se le conminaba a una vida recogida y ejemplar.

Bibliografía:

Núñez Roldán, Francisco (2002), El pecado nefando del obispo de Salamina. Un hombre sin concierto en la Corte de Felipe II, Sevilla, Universidad de Sevilla.

Support un bifolio de papel doblado en folio, escrito por recto y verso del primer folio y por el verso del segundo folio.
Archival Institution Archivo General del Arzobispado de Sevilla
Repository Justicia
Collection Pleitos criminales
Archival Reference Caja 13483
Folios 65r-[65a]v
Socio-Historical Keywords Elisa García Prieto
Transcription Elisa García Prieto
Main Revision Carmen Serrano Sánchez
Contextualization Elisa García Prieto
Standardization Carmen Serrano Sánchez
POS annotation Gael Vaamonde
Transcription date2015

Page 65r > 65v

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Ille señor

quisiera yo yr a informar a vmd sobre un notable agravio

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q e Recebido del s asistete, siendole yo tan servidor, y con mi
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gota no puedo, y el caso es, q mientras yo dezia misa
[5]
el otro dia, dixo su s a un paje mio de Ruiseco, de cator
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ze años, y de corona, q se fuese con el q me queria embiar
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un presete, y el se fue y le puso miedo de tormetos y lo exa
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mino y lo mando prender y lo tiene muy psso, y yo no
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sabia por q hasta q dos dias a, me escrivio un fraile de
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berlanga natural pedricador, como unos villanos de alli se
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escandalizaro quando pase por alli, y se qjaro al s psidete
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de ordenes, y de esto ay la causa por q le tiene psso, y
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ayer estuvo aqui el s asistete y se lo dixe y q yo le
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embiaria la vdad de este negocio, la qual es la q va
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en ese memorial sin faltar un punto, y pues vmd
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es de Ruiseco y ese paje tiene (publico y notorio)
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mal de coraçon, q en madrid le a acaescido estar, toda
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una noche en el lodo Rebolcandose y diziendo desatinos
[19]
y pa con vmd es hijo de biçama el camarero del al
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padre del almirate, q lo uvo en ana maria de medina, y yo supe
[21]
ser esto vdad en Ruiseco, porq le dexo hazienda, y dixo

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