El autor escribe a Agustín de Almarza para informarle de que el rector de La Costa de Montseny (Barcelona) no quiere recibirlo como vicario y se lamenta de las calumnias que se han vertido sobre él.
se me han impuesto, y se han reportado â S S I
para mi mayor descredito. Es una de ellas la
del Juego, de que me reprehende VS; pues es
esta tan agena de verdad, que no he tenido jamàs
ni en el día tengo, gras â Dios, semejante costumbre
ô vicio; ni tengo memoria de haver tocado naypes,
sino en uno solo de los Destinos, que me ha dado S
S I y siempre para jugar juegos de mera diver-
sion, con la principàl Gente de modo, qe havia en
èl, y con acistencia regularmente de un Eccle-
siastico muy regulado, de que puedo aun dar â
VS quando lo jusgue importante, aquella justifi-
cacion, que estime justa.
Debo confessar, si, con ingenuidad â VS
que es perverso mi Genio, y reprehensible; pero
por Dios sirvase compadecer mi fragilidad, y hazer-
se cargo, que es en mi, effecto de una pacion natu-
ral, que no està en mi mano poderla remediar
por mas que lo conosco ni corregir tampoco con fru-
to, por mas que me haya aplicado â ello con el ma-
yor Cuydado: Por cuya razon, conociendome
improporcionado para el fin â que dirigia mi
pretencion, estoy resuelto â renunciar â ella,
y encaminar mis passos por otra senda.
Espero, que merecerà esta mi resolucion la
aprovacion de VS, y que la favorecerà en
quanto penda de su arbitrio. Me ratifico â