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Maarten Janssen, 2014-

PSCR8522

1769. Carta de Vicente Salazar para Isabel Trujillo

ResumoEl autor expresa su pena a Isabel Trujillo por no haberla podido ver y le pide que no dé alas a otros pretendientes aunque sea presionada por su familia.
Autor(es) Vicente Salazar
Destinatário(s) Isabel Trujillo            
De España, Sevilla, Carmona
Para España, Sevilla, Carmona
Contexto

En 1772 Isabel Trujillo se presentó ante la justicia para reclamar el cumplimiento de la palabra de matrimonio dada por Vicente Salazar. La pareja, natural de Carmona, había mantenido una relación amorosa que se extendía cinco años en el tiempo. Para probar su compromiso Isabel hizo presentación de unas cartas y diversos objetos que Vicente le había regalado. Sin embargo, al mismo tiempo que Isabel sostenía su causa ante la justicia, apareció otra joven de la vecindad que reclamaba el cumplimiento de un compromiso similar a Vicente Salazar. María de Ávila sostenía que ella también había recibido la promesa de palabra de matrimonio y que a resultas de la misma había accedido a las pretensiones de Vicente Salazar, y a consecuencia de ello se hallaba embarazada de ocho meses. Isabel Trujillo alegó entonces que la promesa recibida era anterior en el tiempo a la que podía haber recibido María de Ávila, toda vez que ponía en duda que ésta conociese siquiera a Vicente Salazar. Éste, que se encontraba preso en la cárcel de la Real Audiencia de Sevilla, admitió las promesas hechas a Isabel Trujillo y reconoció como suyos los objetos y cartas enviadas, pero no admitió el conocimiento de María de Ávila. El hecho de que ésta no cejase en su empeño por lograr la justicia deseada dilató la causa. A lo largo de la misma, Isabel Trujillo siguió presentando cartas que demostraban el largo periodo de amistad y noviazgo que la unían a Vicente Salazar. A pesar de que sus alegaciones parecían bien probadas, los testigos aportados por María de Ávila demostraron que ella también tenía justificados motivos para exigir el cumplimiento de su compromiso a Vicente Salazar. En 1774 éste admitió que había dado palabra de matrimonio a las dos mujeres y reconoció la paternidad del hijo de María de Ávila. Considerando las circunstancias de ésta última, vio más necesario el cumplimiento de la palabra dada a ella que no la ofertada a Isabel Trujillo. Ante esta situación, Isabel decidió retirar su demanda, lo cual allanó el camino para el matrimonio entre Vicente Salazar y María de Ávila.

Suporte un bifolio de papel doblado en folio, escrito por todas sus caras.
Arquivo Archivo General del Arzobispado de Sevilla
Repository Justicia
Fundo Matrimonial
Cota arquivística Legajo 13819
Fólios 271r-272v
Socio-Historical Keywords Elisa García Prieto
Transcrição Elisa García Prieto
Revisão principal Gael Vaamonde
Contextualização Elisa García Prieto
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2015

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Hermana de mi corazon y de mis entrañas no deseo mas de tu salud la que me asiste a Dios las grazias es buena para lo que gustes mandarme.

hermana mia ba para tres dias que no te beo pero te aseguro se me an echo tres años y lo sentire dure esto de sin verte mucho tiempo pues te aseguro que si no fuera por lo que me as dicho por tu papel de que no pase de dia, y que si pase si llevo papel dende las oraziones hasta la queda del rosario te aseguro que hago esto por darte gusto pero solamente yo sabe el dolor que tengo por no poderte ber.

Sabras como haze dos noches que no me quedo en casa a causa de estar el hijo de dn Joseph el que esta en casa de salbador Caro bastaantemente malo y ninguno ha podido hazerle que coma y solamente conmigo es con quien come conque yo e pasado ambas a dos noches por tu casa sobe la una y dos pero no quise dar golpe ninguno como quiera que me tienes dicho que no te quedas en el quarto del estudio y si se queda hermano la bentana de Roa estaba habierta pero el no estava en la bentana as de saver como le dije a rroa que que motibos tenia para dezir de que me havia bisto hablar contigo, pero le dije que para dezir una cosa como esa era preziso saverlo a punto fijo, y no querer sacarle a uno como lo hizo con Gregorio dandole carga con el Arriero.

el favor que te pido es tan solamente el que en iendo Diego y Raphael por tu calle, y te bieren y quisieren hablar contigo es el maior gusto que me daras el que te rretires y les buelbas las espaldas y si tu Madre estubiere delante y te dijere alguna cosa por lo que te digo que hagas para con esos dile que no puedes tu ber a jente tan cansada y con esto la dejas satisfecha, y tambien te digo que no baias a la tienda de Diego aunque tu Madre te lo diga pues lo que puedes hazer es dezirle que te hallas yndispuesta y aunque la de venitez te lo diga has lo mismo, y no pienses que esto lo hago por tener zelos sino tan solamente porque esos señores no tengan biendote tan estraña la livertad que hasta aqui an tenido. pues yo ni la habla les e querido dar y me escusare el hablar con ellos lo mas que pueda quedo con el seguro de que lo ejecutaras del modo que te lo digo.

en Casa de tu hermana Antonia estube anteayer y le lleve una poca de crea

tambien supe por un sujeto como el primer dia de Agosto estubistes en san francisco y esto fue por la tarde, bastante senti el no haver estado en casa para haver tenido el gusto de berte a la subida y a la bajada.

A la noche tambien tengo que quedarme en casa de salbador Caro conque no dejare tambien de pasear tu calle y por fin con eso me contento.

Coji a diez simientes y algo mas en el peujar de Pulido y en los otros me binieron a siete y media conque en el de mi compadre Castillo que compramos Domingo y yo benimos a perder en el cien rreales no cabales entre ambos el Peujar de Pulido nos a dejado de Gananzia hasta el dia de oy mas de mil y zinquenta rrs en los otros dos me an quedado hasta oy hasta cinquenta pesos conque por fin no emos quedado tan mal como otros an quedado la semana pasada compre diez y ocho fanegas de trigo a el prezio de treinta y nuebe y medio rrs y en el dia bale quarenta y cinco conque con esto mas nos hallamos tu y yo, espero rrespuesta de lo dicho de Diego y Raphael estoy de prisa y no puedo ser mas largo aDios bida mia aDios consuelo de Bizente. quien t estima de Corazon es aquel que tanto le desbelas aDios esto ei escrito a rretazos en casa de salbador Caro.

Salazar Carmona y Maio de 69

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