Las autoras explican a fray Juan Manuel Díaz que se encuentran tal y como el señor quiere. Le cuentan su última confesión y el momento en el que han hablado los “enemigos”, acusando a Francisca de Arias de haber cometido pecados mortales. Además, narran su marcha a su casa donde acudió el confesor para decirles que volvieran a la iglesia el Domingo de Ramos y el Jueves Santo.
[1] | verdad qe vino luego el confesor a mi casa y dijo que
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[2] | fueramos Domingo de Ramos y Juebes Santo, asi lo
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[3] | hicimos, nos alentamos y mui seguras pero despues
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[4] | volbia la Guerra pero esperamos en el sor qe nos man
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[5] | tiene qe no quiere nos perdamos, si embia vm por
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[6] | las arcas tiene usted una tarea de chocolate la
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[7] | brada no hemos estado en silencio, si esperando
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[8] | este uste en su combento con el chico de Josepha
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[9] | en uui una carta no se si la habra vm recibido, no
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[10] | me da pena pero quisiera saberlo y si no no tenga
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[11] | vm pena qe no la tengo quien lo quiera a vm solo
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[12] | para Dios, estas pobrecillas y pida vm a Dios por
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[13] | ellas qe nos mire qe bien es menester y le seguro a usted
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[14] | qe con el caso estamos tan cobardes qe parece no tiene
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[15] | una resoluzon para nada Dios nos valga y aliente.
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