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Maarten Janssen, 2014-

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[1745]. Carta de Domingo Rolis Machado para Diego Rojas de Vera.

SummaryEl autor pregunta a Diego Rojas de Vera algunas cuestiones sobre cierto negocio que éste le había propuesto hacer en Ceuta.
Author(s) Domingo Rolis Machado
Addressee(s) Diego Rojas de Vera            
From Portugal, Évora
To Ceuta
Context

Junto a las tres cartas encontradas en este proceso se conservó un escrito con instrucciones para realizar un conjuro. Se recogen a continuación esas instrucciones:

Prontos y puestos sobre una mesa todos los menesteres, cuales son: la vela con su tapadera y peana, las 30 de oro (justas, pesadas de montón y en caso de duda corridas), la una de plata (también justa), los 3 anillos sin quebradura ni falta de piedra, una escudilla de sal común, un brasero con ascuas, un pliego de papel, dos capas y dos sombreros. Se pondrá el señor don Domingo y Pedro capas y sombreros. Y, estando así, tomará la vela el señor don Domingo, dejando sobre la mesa la tapaderita y y peana. Y lo primero echará en el cóncavo de la vela tres polvos de sal de la escudilla y las 30 de oro. Luego echará Pedro otros 3 polvos de sal y la onza de plata. Luego echará el señor don Diego otros 3 polvos de sal y los 3 anillos. Luego cualquiera de los dos acabará de llenar de sal el cóncavo de la vela, de modo que quede bien lleno y apretado de manera que no pueda moverse ni gornaguearse nada de lo que la vela tiene dentro. Y luego cualquiera de los dos calentará al calor de las brasas la tapaderita y la pegara de manera que quede bien asegurada . Acabado se abrirá el segundo billete.

Segunda diligencia. 2. Ahora tomará la vela el señor don Diego y se la pondrá en la palma de la mano derecha y la peana en la palma de la siniestra. Y puestos los dos hombro a hombro llevando la derecha el señor don Diego, a un mismo tiempo, compás y movimiento andarán 3 pasos naturales y al mismo movimiento y compás los volverán a desandar hacia atrás. Acabado tomará Pedro vela y peana y ejecutará lo mismo: se pondrá la vela en la palma de la derecha y la peana en la palma de la siniestra y, puestos los dos hombro a hombro llevando Pedro la derecha, al mismo tiempo, compás y movimiento andarán y desandarán los mismos 3 naturales pasos. Acabado volverán a tomar vela y peana el señor don Diego y se las volverá a poner en las palmas, pero será al revés que la vez primera porque ahora se pondrá la vela en la palma de la siniestra y la peana en la palma de la derecha, y puestos los dos hombro a hombro llevando la derecha el señor don Diego a un tiempo, compás y movimiento andarán y desandarán los mismos 3 naturales pasos. Acabado tomará Pedro vela y peana y ejecutará lo mismo: se pondrá la vela en la palma siniestra y la peana en la palma derecha y puestos los dos hombro a hombro llevando Pedro la derecha al mismo compás y tiempo andarán y desandarán los mismos 3 pasos naturales. Acabado se abrirá el tercero billete.

Tercera diligencia. 3. Ahora tomará la vela el señor don Domingo y se la pondrá en uno de los bolsillos de chupa o casaca del lado en que se ciñe la espada y la peana en el contrario y puestos los dos hombro a hombro llevando la derecha el señor don Domingo a un mismo tiempo, compás y movimiento andarán y desandarán los mismos 3 pasos naturales. Acabado tomará Pedro vela y peana y ejecutará lo mismo: se pondrá la vela en el bolsillo de chupa o casaca de lado en que se ciñe la espada y la peana en el bolsillo contrario y puestos los dos hombro a hombro llevando Pedro la derecha al mismo tiempo, movimiento y compás andarán y desandarán los mismos 3 naturales pasos. Acabados de desandar quedando los dos parados, sacará vela y peana a un tiempo, encajará la peana a la vela, la envolverá en el pliego de papel y se la entregará al señor don Domingo; y su merced la guardará en donde sea servido. Y entonces se separan 3 horas por el reloj, antes un cuarto o media hora o lo que quisieren. Más que un instante menos que sean pasadas dichas 3 horas se volverán a juntar en la casa en que se hizo la colocación,se irán al cuarto de la otra vez, entonces se volverán a poner los dos capas y sombreros, echarán más brasas en el brasero, sacará la vela el señor don Domingo, le quitará el pliego en que está envuelta y también le quitará la peana. Y luego cualquiera de los dos, valiéndose de una navajita, con sutileza le quitará la tapaderita procurando el que no se maltrate ni la vela ni la tapadera. La vaciarán en la escudilla de la sal procurando que el cóncavo quede bien limpio y luego de la escudilla tomará las 30 y los 3 anillos el señor don Domingo, Pedro tomará la onza de plata y entonces se abrirá el cuarto billete.

Cuarta diligencia. 4. Ahora tomará la vela el señor don Domingo dejando sobre la mesa la tapadera y peana y de la escudilla de la sal echará cinco polvos en el cóncavo y luego echará las 3 de oro. Luego echará Pedro otros cinco polvos de sal y la onza de plata. Luego echará el señor don Domingo otros cinco polvos y los 3 anillos. Luego cualquiera de los dos acabará de llenar de sal el cóncavo de la vela de modo que como la otra vez quede bien llena y apretada. Luego cualquiera de los dos calentará la tapaderita al calor de las brasas y con ella tapará la vela pegándola de manera que quede bien asegurada. Estando así repetirá la ceremonia pasada: tomará la vela el señor don Domingo y se la pondrá en el bolsillo de la chupa o casaca del lado en que se ciñe la espada y la peana en el bolsillo contrario; y puestos los dos hombro a hombro llevando la derecha el señor don Domingo a un mismo tiempo, compás y movimiento andarán cinco pasos naturales y al mismo movimiento, tiempo y compás los volverán a desandar hacia atrá. Luego tomará Pedro vela y peana y ejecutará lo mismo: se pondrá la vela en el bolsillo del lado en que se ciñe la espada y la peana en el bolsillo contrario y puesto los dos hombro a hombro al mismo tiempo, compás y movimiento llevando Pedro la derecha andarán y desandarán los mismos cinco pasos naturales. Acabados de desandar quedando los dos parados, sacará a un tiempo vela y peana, encajará la peana a la vela, la envolverá en el pliego de la otra vez, se la entregará al señor don Domingo y su merced la guardará adonde sea servido. Entonces se quitarán capas y sombreros si quieren y dejarán pasar 3 días naturales, antes unahora , dos o tres o las que quisieren. Más que un instante menos pasados dichos 3 días, los cuales habrán de estar separados, se volverán a juntar donde convenga y mande el señor don Domingo y de allí se irán al que Pedro sabe, llevando la vela el señor don Domingo envuelta conforme está en el pliego. Y Pedro llevará avíos de encender como son pedernal, eslabón, yesca y pajuela. Y con las personas que parezca al señor don Domingo, bagajes y sacos necesarios se irán al sitio y allí se abrirá el quinto billete.

Quinta y última diligencia. 5. Estando ya en el sitio sacará la vela el señor don Domingo y le quitará el pliego en que está envuelto. Luego Pedro encenderá con los avíos la pajuela y con ella encenderá y cualquiera de los dos encenderá la vela. Encendida que sea la pondrá en el sitio que sabe Pedro y la dejará arder, entendido que a los tres minutos maravillosamente sin ruido, estrépito, visión ni cosa lo más le se hallará con admiración de los presentes sobre la tierra las 3 mil onzas de oro, las mil de plata y las alhajas sin dejar en el suelo señal roja ni agujero. Al instante que esté todo fuera, nuestra velita ella por sí se apagará y una vez que esté apagada cualquiera de los presentes la romperá y se entregará al señor don Domingo en sus 3 de oro y la de plata y tres anillos. Y tomando cada uno lo suyo de lo colado se pondrán en cobro todas las cantidades y alhajas al señor don Domingo y se me despachará al criado con lo dicho.

Support un cuarto de papel escrito por recto y verso.
Archival Institution Arquivo Nacional da Torre do Tombo
Repository Tribunal do Santo Oficio
Collection Inquisição de Évora. Cadernos do Promotor
Archival Reference Livro 274
Folios 210r-v
Transcription Gael Vaamonde
Transcription date2013

Page 210r > 210v

Snr Diego Roxas de Viera

Tanto se empremiron en mi sus rasones, e tan presseptibeis se me fiseron sus Letras, que me dan Lugar a sacar de ellas decumentos, pa que lle escriba e responda en su Lengua, a muncho me arogo! pero, como más confie en su benevolencia do- q en mi siencia por esso me atrebo a tanta em-presa: más que todo deseo, q vm se alle sin quexa porque como en su perssona tiengo tan grande amo, más tiengo en salud, do que en outras posseciones; de mi dou nuticia a vm qe a tiempos me allo grandissimamte molestao, motibo bastante pa q possa arogarme a sus plantas d aonde saca-ria grandissimas combeniencias, porq quando outras allace en ellas me bastaba o suporme tan elle-bado, quanto más biendo que vm me asigna outras; las quales, he reguetar; ni es pucibli q aya quien las reguete, pero sin duda dexo de reparar en- paresser; disme usted q llebando traenta onssas de ouro una de Plata e tres anillos (con las sircunstancias asignadas) q sacaremos com las traenta taenta mil, e con la una uma mil, e q lo mismo suscederá con los anillos; notabeles sircunstancias por sierto! pero digame usted, con q causa hire yo a Zeuta, se in esta suidad se alla la combeniencia? si es, q usted



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