El autor recrimina a Miguel José Cantalejos su actitud deshonesta y le tacha de embustero.
Y vistas las copias de las cuentas mensuales que tengo rem
remitidas a esa Justicia se ha reconocido por ellas que
no se deve cosa alguna â ese Pueblo por este que escri-
be, sino es que es muy al contrario, que el Pueblo le res-
ta muchos reales; sobre cuyos particulares ofrece Vmd
formar espediente, y dirigirlo â esta Justicia para que
se me haga pagar lo mucho que se me libró para el
pleyto; en cuyo concepto puede Vmd quedar asegurado q
me cago en Vmd â calzon quitado y tambien en el es-
pediente que ofrece formar, y remitir â este Pueblo, en el
qual ya se hallan cerciorados todos sus vezinos de la ca-
beza tan infeliz de Vmd y por la que se dirige, y govier-
na esa villa de Arriate, a la que se le deve tener lasti-
ma por el Director tan perberso, y Botarate que les ha
dado la suerte.
Y asi Amigo, de cien doblones, que yo y todos los de
este Pueblo que estan instruidos de su perbersa y mali-
ciosa conducta, viva Vmd en la creencia, que nos cagamos
en el, y todo quanto pueda producir su sacrilega boca, por
lo que devo exponerles.
que si otros muchos con dos piernas,
nuebas, saludables, y robustas,
no me han podido alcanzar,
Dime; tu que no tienes mas que una vieja
como me quieres pillar. Y se ofrece â tus locuras.
Fernando del Castillo