El autor informa a fray Felipe de los Rubielos de su estado de salud, pues se ha encontrado mal. También le explica cómo se ha sentido ante sus “enemigos” y cómo estos le agredieron. Igualmente le cuenta las sensaciones que tiene por las noches, en las que se le presenta el Señor, y los hechos que experimenta en esa situación.
Viva nro Sor Sacramdo y los p R de los As
Carisimos PP mios:
sigo muy fuerte: ayer tarde en
las 2 oras de orazn de las 5 y ma asta 7 y 1/2 padeci grandes
dolores a las rodillas como acostumbrava antes, al prin
cipio de la oracion se mobieron los afectos amorosos, y se
principio muy fervorosa, pero por mi mala correspa
a los altos benefs del sor me quede tan obscuro y lle
no de miseras que estube echo un jumento: les
mande a los Enems lo ordenado, pero de nada sir
bio, me dieron largos meneos, se conoce les dio el
sr presion: anoche tuve otra ora desde
las 8 y 3/4 adelante y aunque huvo sus interva
los no fue tanto, mas a lo ultimo ni el sor
ni yo acertavamos a separarnos. Esta noche
la e pasado mejor que las otras, a las 3 y 3/4
me disperte y queriendome levantar por los
llamamtos que sentia, me detuve asta que diere las
oras no fuese engañado, y al dar las 4 me re
tire al oratorio, e tenido 3 oras de oracion
y la mayor parte con bastante luz de las obras
de la pasn Sma del sor pero e padecido mas agu
dos dolores aun que ayer, pero e conocido que
ria el sr qe los sufriese, sin procurar alibio
porqe un instante que me sente quasi a la mitad
fui reprendido, e seguido de rrodillas y luego sin
saver como se me abrieron los brazos, y me
e quedado en cruz algun rato, pero no pudien