El autor quiere aconsejar a María Josefa de San Joaquín (Mariquita) después de haber leído una carta que ha recibido de ella, intentando calmar sus inquietudes antes de profesar.
Jesus
hixa mia de toda mi estimacion tu esposo
Ds sea contigo, yo bueno Gs a su Magd y tuyo sienpre:
ê Leydo tu carta con el gusto y aprecio que
sola tu puedes saber, y no obstante estar muy ocupado
te respondo Largo como me lo pides hixa mia; lo que
me dizes, que la eleccion te haze alguna Guerra no se
que eleccion sea, pero sea la que fuese, porque te ha de
inquietar, haz hixa mia el cargo, que Ds determine de
ti lo que gustase, y de la manera que quisiere has de ser
suya, y veras como cesan los pensamientos, considera a
alla en tu corazon, que no merezes nada, y que nada
puedes hacer sin su Magd y alcanzaras una gran quietud
y con un sea lo que Ds quisiere; que asta el enemigo
te trayga a la memoria a Padres es natural, porque
a todos, o a los mas nos sucedio, y muchas mas cossas,
te trahera como que los dexas solos, que lo podias en
el siglo pasar bien, que serias estimada, que aunque
te salgas y no profeses es por tus males, nadie dira
nada, es vastante causa, y si dicen, sera por unos dias
y Luego Lograras buena vida, y tanbien podras sal
varte, porque tanbien se puede hacer buenas obras
como otras las hazen en el siglo, para que quieres
estarte encerrada pudiendo Lograr lo mismo fuera
aqui no te curars ni quexas como alla, y otras
muchs cosas a este genero, pero hixa mia Ds es el
espera le llames, para favorecerte, y anpararte, y si