La autora acusa a su cuñado, Miguel Juan Montaner, de querer despojarla de los bienes que había heredado de su marido.
Porque palabras no faltan respondo al recado, que
se me ha inviado con mi Anto Gil de Fanlo; digo pues, que
quantos a las notas de mi marido , y a las demas, que por
el me pertenecieren como a mujer que ligitimamente lo he sido suia
y en los demas bienes, que me pertenecieren, asi muebles como sitios,
y en otras cossas, que remito pra el fecho; no he de perder mi drecho,
que si de mano poderossa, y engañossa quisieron jugar, y burlarse
de mi ha de ver el pueblo, y las jentes, que son las que han visto las
infamias, que han hecho conmigo como inumanos, y malos Chris-
tianos, que se bolber por mi; no fue victoria no engañar a una
mujer aflijida, y en medio de la maior pena, y trabajo, que nues-
tro señor me podia dar, no fue victoria no; pues esse buelo de engaño
ha de ser para maior caida, y gloria mia; Conmigo las han agora
conmigo las han, al procurador que lo aconsejo, y me vendio a mi
pues le dio el consejo que le de el vençejo, y advierto, que por qual
quiera tribunal que haia de pender mi justicia, ni me admira, ni
me espanta, ni aunque dure siglos, que quanto mas dure, (que esse
es su refrigerio) tendra mas de que dar quenta, y no se fie de que por
los protocolos no podre saber los actos que ha sacado, pues se que valen
mui largos ducados los provechos que ha tenido de mis notas, que
para todo ai remedio, y pues no valen nada las notas de mi marido
no son buenas para otri que para mi. el mal de deçir que la
viña no vale nada, quando se la mando a mi marido junta-
mente con el censal de mil escudos, que esta cargado sobre
piedra tajada, era mui buena la viña, ia entiende lo que quiero
deçir si se la ha dejado perder ia le digo que conmigo las ha