Pleito de 1797 del fiscal del crimen y Estanislao González Viejo, alcalde de Brihuega (Guadalajara), contra Juan Gómez, sobre la muerte violenta causada a Mateo Gutiérrez. Éste, de oficio botillero, era natural de Vioño de Piélagos (Cantabria) y residía en Brihuega. Partió la mañana del martes 23 de mayo de 1797 para Trijueque (Guadalajara) a buscar dos garrafas. Montaba un borrico y no llevaba capa, pues tenía ánimo de volver a Brihuega ese mismo día por la tarde. Días más tarde el borrico apareció suelto por el monte de Fuentes de la Alcarria y se empezó a correr la voz de que en los alrededores se había encontrado a un hombre muerto. El fallecido vestía chamarreta, calzón y botines. Al registrar el cuerpo se encontró la carta aquí transcrita, que sirvió para identificar al cadáver, ya que éste tenía el rostro desfigurado y carcomido por los gusanos. Para su identificación también ayudó la declaración de varios vecinos. Tras las correspondientes investigaciones, se averiguó que Mateo Gutiérrez había sido asesinado de forma violenta por Juan Gómez, con quien estaba enemistado. Presumiblemente, el motivo del crimen había sido una venganza.