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Maarten Janssen, 2014-

PS6072

1811. Copia de carta de Gregorio Gilbert, cura párroco del obispado de Murcia, para [Pedro Lechaur], cura párroco de Cinco Alquerías (Murcia).

ResumoEl autor escribe a Pedro de Lechaur criticando el estado actual de la Iglesia y opinando sobre el futuro de dicha institución.
Autor(es) Gregorio Gilbert
Destinatário(s) Pedro Lechaur            
De España, Murcia
Para España, Murcia, Cinco Alquerías
Contexto

Los reos de este proceso son Gregorio Gilbert y Pedro Lechaur, curas párrocos de Murcia y Cinco Alquerías (Murcia), respectivamente. Fueron acusados del delito de proposiciones erróneas entre 1817 y 1818 por una carta que Gregorio Gilbert escribió a Pedro Lechaur. El delator fue Francisco Miguel Martínez, mercenario calzado, quien realizó una copia de la carta y la remitió al Santo Oficio, por "llamar la atención las muchas expresiones que en ella se vierten" (fl. [15]r). Al final de la carta, el copista aporta la siguiente información: "Lo restante eran unos cuantos renglones reducidos a dar unas memorias. La carta original se hizo pedazos." (fl. [16]r).

Suporte un folio de papel escrito por recto y verso y un folio de papel escrito por el verso.
Arquivo Archivo Histórico Nacional
Repository Instituciones de la Monarquía
Fundo Tribunal de Distrito de la Inquisición de Toledo
Cota arquivística Legajo 214, Expediente 3
Fólios [15]r-v y [16]r
Socio-Historical Keywords Laura Martínez Martín
Transcrição Gael Vaamonde
Contextualização Gael Vaamonde
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2013

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Murcia 25 Dici de 1811

Mi Señor y muy estimable amigo: La carta de Vd me ha sido gratisima, como la de quien debe ocupar en mi corazon un lugar tan distinguido como el de nuestro santo y dichoso Dn Joaquim. Yo tengo puestos mis ojos sobre Vd de una manera intima y expresiva, persuadido de qe reunidas alguna vez (qe no se tardara) nuestras miras en los santos interiores de Dios, hemos de cumplir lo que falta a los sufrimientos de Cristo. Lo qual es tanto mas estimable, quanto mas dificiles y mas apostolicos son los tiempos de ahora que los qe nos habian precedido. La Santa Iglesia se va aproximando a los dias de su restablecimiento, que podran quiza ser semejantes a los en que se establecio. Vd sabe mui bien, que las revoluciones de los imperios jamas han dexado de servir a los adorables designios del Señor sobre la que es en el divino misterio la carne de su carne. ella por consiguiente debera experimentar bien pronto en si los efectos de una sabiduria piadosisima que sobre tantas vejeçes como la afean, levantara la simpliçisima y apostolica hermosura, que siglos hace estamos deseando ver sobre su desfigurado rostro ¿quien sabe la parte que a Vm, y a mi nos ha de tocar en esta obra? A Vm por lo que sera, y a mi por lo que tan injustamente soy, pues que no debia serlo. es constante que en lo que en caso podamos servir, no ha de ser por otros caminos que los que pa su primitiva formacion anduvo el esposo, caminar de espiritu, y de grandes trabajos. Dichoso Vm que en el ocio presente halla tiempo en que preparar bien su alma para ello. Dichoso Vm que sin el torbellino de las duras ocupaciones que a mi rodean, puede mantenerse en perfecta soledad y libertad de todo pa oir al omnipotente y transformador susurro en su corazon. Dichoso Vd qe posee una alma constante y firme, a quien falta bien poco para tamaña obra. Yo gemire desde el centro de tantas divergencias de mi pobre espiritu, pidiendole al Señor que me haga digno de servir bien en ella, o consumar mis dias para no servir de escandalo a su pueblo. Reciba Vd la franqueza con qe le conjuro a que no pierda antes de su ordenacion tanto como yo perdi, si no por una vida extragada, a lo menos por no haver correspondido al espiritu de ministerial santificacion que poderosamte me llamaba. Vd podra ser de este modo para mi un dia lo que me ha sido, y aora me es mas que nunca aquel Santo que fallecio. Recibo la enhorabuena con qe Vd me felicita con tanto mayor gusto, quanto en la amargura de mi alma a vista de la abominacion del pueblo, que crecia despues del castigo, pude libremte decir: Vedme aqui; acabo de tocar con mi proprio dedo el terrible dia de la eternidad; salgo de entre los horrores del sepulcro, y no salgo sino para anunciaros los juicios del Señor; y trabajar con nueva eficacia en vro bien Yo conservo en mi poder la carta de ntro Catedratico como precioso monumento de su buena memoria, y como instrumento contra los malos oficios de Vm pr mi; ¡Quan engañado vive Vm en lo que de mi piensa! Ah! si Vm metiera la mano en este seno!.. si Vm ve en esa como es regular a ntro Prelado, sirvase ofrecerle mil respetos de mi parte.

Gilbert

Legenda:

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