La autora agradece a Francisco Fernández y Villegas su comportamiento y le pide una estampa de Santo Tomás.
sea el santisimo
sacramento alabado
Padre de mi alma
y esposo de mi coracon
pues el mismo señor
lo a echo racon sera
q yo en una carta
lo diga ya se q no
lo meresco q yo soi
la q lo tengo de decir
y mi esposo de mi alma
no. Pues en cada
carta biene padre
mio el q uste me
dice lo mucho q debo
al señor en tenerme
a mi por conpañera
a tanto llega su hum
ildad de usted que
quiera usted darme
a mi todo lo bueno y
ser usted el abatido
sea por amor de dios
q yo reconosco en mi
lo inutil q soi y lo mala
i usted quiere humillarme
con la mesma humildad q en uste ai pa
dre mio pues si no fuera por la mucha
caridad q en usted ai y el amor del señor
confieso q esta es la causa de q usted
aga caso d este ruin gusano pues no mere
ce nada buelbo a decir padre mio q se hum
ille uste norabuena q aqui biene bien