El autor reitera a José Flórez Osorio, obispo de Cuenca, sus dudas acerca de la asistencia y consuelo que debe proporcionar a María García Almagro en los accidentes que padece.
Illmo Sor
Señor
Rezivo la de VS I de 20 de este mes, y siento no acier
te mi ignoranzia a significar a VS I el fin a que se di
rige mi consulta en un caso de tanta gravedad pues no
allo en la de VS I el desaogo, que pretendo a mis dudas
porque dice VS I que esta criatura para las enferme
dades corporales nezesita de Medico y no de Parrocho
y bien se echa de ver en mis cartas no aver preten
dido introducirme â aplicarle medicinas como Me-
dico corporal de sus dolenzias, refiero, si, su continua
do padezer, atestiguo con los Medicos, y digo no son
savidores de todos los casos de su padezer, porque vien
do tal vez, que siente mas alivio con un consuelo inte
rior, que con las corporales medicinas, se â dexado mu
chas vezes de llamarlos; esto no es tan nuebo en personas
de estas zircunstanzias (sea por el estremo, que en si
fuere este caso) que no esten los libros llenos de estas ex
perienzias: y aora digo, que si los accidentes, ô dolenzias
como estos fuesen dados por exercizio, como en esta cria
tura es probable, que lo sean, mas principalmte es ne-
cesario el Parrocho si fuese el ministro que la diri
ge, que el Medico: confieso Sor Illmo se alla confusa mi
ignoranzia al querer entender el sentido de dha proposizi-
on, teniendo presente la constituzion sinodal de este
Obispado con el especial titulo de que los curas visi-
ten los enfermos a menudo, y el mandarlo asi es sin
duda por considerarlo nezesario: pues si en las demas
personas, para sus corporales dolenzias, nezesitan que
el Parrocho a menudo las visite, por que esta criatu
ra (dificulta mi ignoranzia) tiene la excepcion de no
nezesitar la asistenzia del Parrocho en sus dolenzias
si no es quando se le administren los sacramtos Aun
que la asistenzia del Parrocho en las enfermedades
corporales no sea nezesaria para que recete reme