El autor informa a Juan Manuel de Alcantud sobre los últimos acontecimientos que se han dado y lamenta no poder explicar mejor en sus cartas lo que está pasando porque no es capaz de expresarse mejor. La situación en torno a la beata María Isabel Herráiz cada vez es más conocida. Le informa de los últimos alborotos, algunos de ellos ocurridos dentro de la iglesia por las endiabladas durante una misa. Incluso en un momento dado el remitente tuvo que exorcizar a una de las seguidoras de la beata. Le explica que ha pedido ayuda para examinar lo que está ocurriendo. Comunica que ha recibido carta de otro participante del circuito epistolar, quien expresa su temor por lo que ocurre.
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Ave Maria Purissima
Mi estimado P Lector: Recibi la de Vm, pero atrasada, pues hasta
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el Martes en la tarde no llegó a mis manos; y por lo mismo no escrivi
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en los Correos anteriores; Me alegro de la paz, y sosiego, qe Vm goza, y del
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la Confianza, qe tiene en el Sr: Este es el qe nos ha de sacar en paz, pues
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en lo humano Nada debemos esperar: Estas Cosas, mi P Lector, van toman
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do un buelo tan grande, que ya estamos en los mas apretado de los apuros: Sien
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to no poder escrivir las cosas como passan, exceden con mucho a mis Cortas lu
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zes: Ello es qe esta Obra Cada Dia se va haziendo mas publica, no solo
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aqui sino en todas partes, Vienen muchas gentes forasteras, en el pueblo se
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Cogen bellisimos frutos de Confs gens ea. Pero los ruidos, y Alborotos cada
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Dia mayores con estas endiabladas, Cuyo Numero se va aumentando: es-
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toi persuadido de qe el Sr se vale de sus enemigos irreconciliables los Demonios
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para manifestar sus maravillas, y defender su Causa, ya qe se ve tan in
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defenso de los hombres, assi piensa tambien N. Ayer primer Dia del Año, y
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del siglo Vierá Vm que ruido, qe alboroto en la Yglesia al tiempo de dar la
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Comunion en mi Missa, como se alborotaron las Endiabladas, qe extremos, qe
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correr por la Yglesia, la Ygnacia, o por mejor el Demonio en su figura qe furiosa
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estuvó, se llegó a mi estando con el Copon en las manos con una furia infernal
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como amenazando, pero nada me tocó: A esto las gentes qe ayes! Que suspiros!
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qe pedir al Sr! Otros se salieron llenos de miedo: Yo a todo esto con la parte su
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perior tan quieto, y con una paz interior, como sostenido del Sr. En fin conclui mi
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Missa, y aquello se sosegó. N. con la Gente se fue ea. No paró aquí: Pongo
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me a Confesar: Entra Dn Fernando a dezir Missa, La Manuela, qe no ha
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via podido irse detenida por sus Huespedes, empentaba con el; Que Cosas le dixo?
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Vm puede reflexionar: Me levante del Confesionario, la empeze a exorcicar, le
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eche la Obediencia, nada bastaba, tenemos licencia del Altissimo, dezian; Le
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saliese tambien F Domingo del Confesionario, y por fin entre los Dos se sosegó,
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y se fué con el a Casa: Pero qe sucedio? lo qe yo havia impedido con la Obediencia
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tenerlo yo qe hazer: Me da un impetu tan grande, qe me llevó a la Sacristia
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