Lisboa
5 de Novbre de 1827
Querido Manl; me ire adonde me envias
y ahun mas allá, si gustas; pero no te enfa-
des porqe no te he escrito, que bien har-
to estoi de escrivir, sin sacar otro fruto qe
romperme la cabeza con estos Demonios;
sin poder, ni ahun tener lugar de decir-
les a mis amigos qe no se enfanden co-
mo tu por mi silencio. Yo he recibido to-
das las tuyas, y por mi te ha escrito
tomas aunqe tampoco tiene mucho
tiempo.
No extraño la noticia qe dices die-
ron los desertores, de haverse disuelto
y acabado los Depositos. No ha quedado
porque no hayan hecho toda la fuerza
de vela por destruir este unico asilo
qe tienen los hombres de bien, mas
hasta ahora ahun se les conserva,
y se conservara o nos llevara el diablo.
Que jente, Manl que gente!... Y se llaman
liberales!... Apostolicos y mas qe Apostolicos
infames enemigos de todo lo bueno si
qe son ellos; aunqe lo mas cierto es ser
enemigos de todo el qe manda, mande
bien, mande mal, solo y por la unica
razon de qe ellos no mandan. Que man
den con mil diablos, pero tengan
juicio. Yo he de perder el mio con
estas cosas, y ahun se me va figu-
rando qe ya no lo tengo mui cabal.
Mira: si quieres escrivirme, escri-
veme; si no dejalo. yo te escrivire sien
pre qe pueda, mas siempre es tuyo
Nicanor
Muchas cosas a toda esa Familia