Amante mi bien mi Esposa iba a decir; pero
me detengo hasta qe con satisfaccion pueda decir
telo. Te contare lo qe paso despues qe
me separe de ti
Apenas pues qe baxe con la velocidad qe me
viste, ansioso de saver el contenido de tu car
ta llegue a casa y iva a abrirla quando
me llamaron a cenar; pero puedes considerar
qe provecho me haria sin satisfacer a mi deseo
Por fin cene y a el punto cojo una luz, y me
baxo a el quarto mas retirado de casa.
Tu reflexion primera me convence, y digo qe
ya no tiene remedio, qe no todas las cosas se pue
den hacer en dos veces, qe si se pudiesen; acaso
seria lo mismo, qe es oy dia; dices qe tengo un
hijo:: ha! me tocaste en la parte mas sensible
de mi corazon! si: lo confieso: seria uno de
los mas indignos de los hombres, si no dixese
qe el hijo era mio qe te guste el honor con
cautelas, y engaños; y qe yo fui el Herodes de
tu inocencia:
¿Que duda puede tener una muger de qe la quie
ren, quando ve qe la persona a quien mas ama
en un principio niega quasi que la conoce? y des
pues no solo confiesa qe la conoce sino qe dice
qe el hijo es suyo qe se casara con ella; pero
qe oy dia no puede; lo primero porqe oy dia ni tu
ni yo somos capaces de sostenernos, lo segundo
porque mi edad no es bastante, y lo tercero qe
seria de mi si en el dia de oy desamparase
a mis tios? no merecia qe me tirasen un tra
bucazo, y sobre todo bastantes sentimientos
tienen por todos lados, sin que yo les de mas
qe los qe les he dado y les doy oy dia. Pero
hablemos con claridad, si te digo qe me casare
contigo, con tal qe seas muger para absolver
las dudas qe se me ofrecen. En quanto a lo
primero digo qe yo naci libre, y lo unico qe ape
tezco en este mundo es la livertad; casandome
contigo la perdia; pero no obstante soy hombre
que cumplo lo qe prometo oy dia estoy en ca
sa de mis tios mejor qe podia estar en otra
qualesquiera parte, y solo apetezco salir de
su casa para decir qe tengo livertad para
hacer mi gusto y si como que sea de lo qe yo
tenga o gane, y no vivir de mano agena, y tu
quieres qe me sugete a vivir de mano de tus
hermanos y padres pero ese es otro punto qe
no puedo proseguir porqe son las doce adios
mi dueño hasta despues. Prosigo dices qe tu
Padre, y tu hermano nos socorreran, pero con qe? no
saves los tiempos tan calamitosos en qe estamos?
Bien podia tu hermano socorrernos, pero bobi
lla no saves qe es hombre como yo, y qe le ha
sucedido lo qe tu no ignoras? bien pues como quie
res qe un hombre qe se ha mostrado tan fino
con la qe tu saves, y ella le ha correspondido
por darme gusto a mi se habia de privar del
objeto amado? y qe por mi se habia de sujetar
a un celive? eres una loca en pensar de ese
modo, y por fin te digo qe primero me mori-
re qe sujetarme a nadie si no es a ti
Caminando bajo ese supuesto, y qe llegase
el caso de nuestra union ¿qe oficio hemos de
tomar? ni aun siquiera cien reales podia-
mos agenciar para comprar una criba. De otro
modo que tu dixeses quiero casarme contigo, y
mantenerte a costa de mi sudor ¿de que gusto
le serviria a tu amante el verte expuesta a las
inclemencias del invierno y del verano? con un hi-
jo, y sin tener con qe mantenerlo, dime ¿se pue
de verificar mayor dolor? El unico medio qe nos
queda es: (pero me aberguenzo el decirlo) el qe
cojamos quatro ormas y nos bayamos como ta
rarura por esos pueblos pero bien mio no soy
de bronce, qe soy de carne y sensible, las
lagrimas me han hecho dejar la pluma, para
proseguir necesito tomar el aliento, no me es
posible el proseguir porqe no me hallo en
disposicion, si pudiere te contestare de pala
bra a lo que me falta
Que dire yo? como me expresare con mi
Amante? pero no hallo voces suplalo la
rudeza de mi estilo y tu unica esperan
za mia no te olvides jamas de aquel qe
ha sido la causa de qe padezcas tantos
males
Miguel
ADios prenda
amada
PD. me volveras a entregar la carta