Contexto | El reo de este proceso era Juan Tomás de Garci López, cura presbítero de Villarrobledo (Albacete). Se encontraba preso en la cárcel del Santo Oficio de Toledo por falsario al haber denunciado únicamente por enemistad a Bartolomé Estavillo, sacerdote de Lezuza (Albacete), de participar en unos juegos deshonestos celebrados con motivo del Carnaval y predicar un sermón en defensa de los mismos. Durante su estancia en prisión, en 1714, fue acusado también por la Inquisición de haber enviado cartas a algunos de sus parientes para que acudieran a testificar a su favor en la causa. Miguel de Bustos Requena, regidor perpetuo de Lezuza (Albacete), fue a la cárcel a llevar alguna ropa de cama para el reo y logró hablar a escondidas con él a través de una ventana. Decidió escribir entonces a Juan Briz Carretero y Arenas, alcalde ordinario de Lezuza (Albacete), para contarle lo sucedido en su visita. Pero la misiva acabó en manos de Bartolomé Estavillo porque alguien cuya identidad no pudo determinarse la introdujo por debajo de la puerta de su casa. Este la entregó al Santo Oficio y se incorporó al proceso como prueba. Finalmente, Juan Tomás de Garci López fue reprendido y condenado a una pena de destierro durante diez años y a una distancia de diez leguas de Lezuza (Albacete). |