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San Pedro Pescador
y setiembre 10 de 1770.
Mi amado Hermano: como me era enteramente
desconocido el caracter de tu letra, jamas huviera podido
presumirme que era tuya, la carta que me vino cerrada,
baxo pliego de mi querida Prima Fraggia.
Toda la admiracion que devia ocasionarme, el ver tu firma,
quedó immediatamente desvanecida, al leer el contenido de
tus escritos, que te reconvienen por si mismos de la poca razon,
ya que solo te acuerdas de tu hermano primero, y de
establecer con el una buena harmonia fraternal, quando le necesitas
para tus intereses, manifestando incautamente, que todo el
honor que la sangre y Christiandad devia inspirarte para
conmigo, le conviertes en ambiciosso afan de asegurár asistencias,
y athesorar bienes terrestres, tan impropio de quien professa
tu estado. No pienses amado Hermano mio, que queriendo
hacer uso de mi mayoria de edad, pretenda abochornarte
con essos avisos, nacidos unicamente del bien que te quiero y
cargo que me hago de tu sencillez, pocos años, ÿ menos
experiencia de mundo.
No ignorarás que en el dia, gran parte del Patrimonio
de Caramany se halla segrestado, y que solo poseho yo para
lo que el tribunal me ha considerado para una decente
manutencion, ô alimentos. Tengo noticia que mi Señora Madre ha
dimitido en poder de la Real Sala los bienes de Casa Ros,
solicitando el que su Excelencia disponga de ellos, ÿ de las detracciones
â que se consideran sujetos. Discurro que os
comprehenderán tambien â vosotros, las providencias que en
consequencia resultaren; ÿ quando esso faltasse, no son mis
entrañas para veros padecér, aunque me figuro, que jamas
podrá dexaros en esse estado, mi Señora Madre â favor de quien
haveys vosotros hecho las renuncias de vuestros derechos.
Catha ahi quanto puedo decirte en contexto de tus
solicitudes apreciandote la propension que demuestras en
servirme, ÿ correspondiedote de mi parte con fina ley, como que
soy tu Hermano de Corazon
Salvador
Mi amado Hermano, fray Antonio de Caramany.