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Hermana la mas querida que
tengo, despues de desear tu salud y
ofrezer la que me asiste mui a tu
disposizion.
hermana mia perdonaras por
lo corto qu e andado para tu
enferio pero te aseguro que io te
hubiera comprado un zintillo, y otra
cosa pero como quiera que unos
entraban y otros salian y que si
me lo bieran comprar se habian
de presumir que hera para ty
como quiera que coren esas bozes
no me determine. pero no me quite
Dios la bida hasta tanto que
tenga el gusto de vertelo puesto
y no me pareze sera muy tarde.
Ay estubo mi tio el de sevilla pues
bino ha verme y a cobrar de
quatro sujetos feriantes doze
mil rreales que le devian y
tubo su merzed zinco mil pues
an tenido mala feria y no
pudieron satisfazerle el todo.
Mi tio me enferio una
tunbaga de oro y unas medias de
seda negras y te aseguro que
la tunbaga no me la quiero poner
conque yo te la llebare para que
tu te la pongas; y en casa de don
Joseph dije como mi tio me
enferio la caja que tu me enferiaste.
Mi madrina la de don Pedro
Martinez me enferio unas
Medias de seda Blancas que
le costaron cinco pesos pues
yo me alle delante, y io me
enferie antes que esta jente
me enferiaran otro par de
Medias de seda negras
caladas mui espeziales conque
me bengo ha hallar con
quatro pares de Medias de
seda sin otro par que tenia yo.
es berdad que estube
comomiendo buñuelos con las hijas
de doña Barbara Dominguez y con
la hija de Muñoz pero no me
pude escusar porque otro y io
fuimos a comer unos buñuelos y en
la casilla donde entramos estaban
ellas comiendo Buñuelos de
modo que fueron tantas las
ystanzias que no me pude escusar y asi te
digo que maiores halegrias
hubiera tenido yo siempre que tu
hubieras estado y el mensajero
de eso segun mi parezer a sido
el que se a ofrezido por padrino
tuio y mio que es el señor Roa pues
yo bien le vide pasar por detras
de la casilla Dios me guarde tu bida
los años que te deseo
aDios niña Quien te quiere bien lo saves
Adios
si pudieres mañana por la mañana hire ha hablar contigo que
tengo que dezirte y quidado que si no mengo el rrelox no te lebantas