Contexto | En 1808, José Vicente Soldevilla, como curador ad litem de don Miguel de Soldevilla, apeló ante la Chancillería de Valladolid la pena impuesta por la justicia ordinaria de Nalda en un proceso de estupro y que condenaba a Miguel a compensar -vía matrimonio o mediante el pago de una dote- a Petra García Lera, con quien había mantenido una relación desde 1802. Asimismo, le obligaba al reconocimiento del hijo habido por aquella. Las razones que se alegaban para pedir la anulación de la pena se basaban en la conducta sospechosa de Petra. Los diferentes testigos presentados por José Vicente Soldevilla dieron fe de las entradas y salidas de hombres solteros en la casa familiar de Petra. Además de esta acusación, se aludía a los tratos de Petra con don Manuel García del Valle -a quien varios testigos señalaron como el posible padre del hijo- y con un religioso de la localidad. El padre de Petra, Antonio García, defendió la honorabilidad de su hija y trató de frenar las aspiraciones de la parte contraria con la presentación de una misiva que don Miguel había escrito a Petra y cuya fecha se sitúa entre 1803 y 1804. Finalmente, la Chancillería falló a favor de Miguel de Soldevilla, quien quedó libre de las penas impuestas en primera instancia. |