El autor avisa a Dionisio Aybar de que ha faltado a la palabra dada y no ha acudido a ver a una persona enferma, compromiso que había adquirido y que le deja en muy mal lugar. Éste le recuerda que era muy necesario seguir con las curas que ya había empezado, por ello le suplica que acuda a continuar con las curaciones y si no desea hacerlo que le avise, aunque lo lamenta porque le ha dado su palabra.