El autor escribe a fray Felipe de los Rubielos, a la espera de que su destinatario le dé noticias sobre su estado, pues hace mucho que no ha sabido de él. Asimismo, desea saber cómo están las cosas tras las nuevas actuaciones del Señor y ruega le encomiende a él tras haberle concedido la gracia de recibirlo espiritualmente.