La autora escribe a Joseph Pérez contándole varias cosas de su vida cotidiana y del convento.
es poca, fortuna el Pe vicario An-
tiguo discurro, no se ira, asta que el
otro se exponga, el modo, que he tenido
de componerme para confesarme, a sido
Prepararme, despues, de vísperas, y entrar
y despues de acer, mí confesion, le doy las
buenas tardes, me, respondía, politica-
mente y me marchava, el Pe Difinidor
no ha podido, remediar, la necesidad
de todos, los dias; conque, nos a ssido pre-
ciso, pasar con lo que ay, yo estoy muy
bellamente, con el poco, trato de los P P.
Ya tiene cada, huno, su primera, visita
conque ya estan, despachados, asta que
se ofrezca, una cossa, precisa. vmd puede
ser que no, me quiera creer; pero el ti-
empo lo dira y la tia Pepa. la que me da
muchas memor Para vmd y las demas con-
savidas y la Me Argote, cuando vmd
escriva ponga memorias para su merced
y no que siempre, cumplo Yo.
A fr Manuel muchas cosas y me hale-
gro que le diese vmd las medias. digale
vmd que le de la carta de Navarro, y re-
mitamela, porque, no se, por donde Ynt-
ernos an llegado, a saver que me empeñe
con Navarro para, las patentes ,que an-
dan mil enredos, como decir que yo le he
echo mal tercio a el Pe fr Manuel, por