El autor explica a la destinataria las ideas que tiene acerca del buen gobierno de las religiosas, las reformas que deben realizarse y cúal es la manera de conducir un monasterio.
y las enseñaron en el Noviciado: qe no deben
comer en el Refectorio, ni menos sufrir qe se les
quite el horno, qe no deben permitir qe la Abadesa
deje de manejar el caudal a su advitrio: y que
sobre todo cortarles la libre comunicacion con los
de aca fuera es quererlas encerrar.
Me parece salvo meliori, qe Vmdes han
respondido como unas Religiosas, qe caminan
a la perfeccion, y los que han dado dictamen han
decidido como theologos Misticos. Los fundamentos
son los mas solidos, y las rasones particulares,
qe cada una tiene son tan eficaces, que yo no se
quien dude sobre esto. S Y no dice otra cosa en
su carta, sino que es necesario arreglar el convto
en sus rentas, y economia; porque se ve practicamte
qe Vmdes no tienen qe comer por la mala admi
nistracion, y Vmdes responden qe asi lo profesaron,
y asi lo enseñaron las sras de sevilla. La cul
pa quien la tiene son las tales Dueñas qe dexa
ron mandado qe Vmdes profesen no tener econo
mia, y tener Mayordomos, qe se coman las rentas
del Monasterio, o qe nunca den quentas.