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Maarten Janssen, 2014-

Representação em facsímile

1797. Carta de Juan Ximénez Llamas, presbítero de la villa de Belmonte, para Juan Manuel de Alcantud, franciscano descalzo.

ResumoEl autor indica a Juan Manuel de Alcantud que ha tomado nota de todo lo que el destinatario le cuenta en una misiva anterior en relación con la beata María Isabel Herráiz y su dirección espiritual. Ximénez Llamas le explica que los fenómenos extraordinarios en torno a ella se siguen produciendo y de los que él es testigo. Aunque a veces quieren ocultar estos acontecimientos se manifiestan ante los demás. Se trata de hechos que él mismo no puede poner por escrito y considera que todo viene dirigido por la mano del Señor. Da cuenta de que uno de los días la beata tuvo sentimientos especiales leyendo a la Madre Ágreda e invita a su destinatario a leer el pasaje en cuestión.
Autor(es) Juan Ximénez Llamas
Destinatário(s) Juan Manuel de Alcantud            
De España, Cuenca, Villar del Águila
Para España, Cuenca
Contexto

El proceso se abrió por alumbrados contra María Isabel Herráiz, la beata de Villar del Águila, entre 1802 y 1808. Se trata de un amplio proceso en el que se incluye a muchas otras personas que tienen relación con ella y se les acusa de ser cómplices en las ilusiones de María Isabel Herráiz. Ella creía que Jesucristo se encontraba en ella, por lo que no podía comulgar, incluso algunos otros acusados afirmaban que veían a Jesús hecho Niño en el pecho de la acusada. Cuando ella abjuró reconoció los errores que había declarado, errores que se debían al mal espíritu que había sido el causante de todas las señales que ella había recibido, las revelaciones, visiones que ella había creído que eran verdaderas y enviadas por Dios. Lo mismo ocurría con la creencia que María Isabel Herráiz tenía de que el Señor se había colocado en su pecho y que se había consagrado en su cuerpo para efectuar una reforma general en el mundo por su ministerio y para el establecimiento de un nuevo Apostolado y que había de morir en Roma y su cuerpo subir a los cielos al tercer día, hechos que estaban anunciados en el Apocalipsis y otros libros sagrados. María Isabel Herráiz alegaba que todos estos pensamientos los había tenido por culpa del demonio, quien había transformado y acalorado su imaginación, ofuscado su entendimiento, entorpecido su razón para no descubrir el engaño. Justificaba que sus cómplices fueron buscados e inducidos por ella. En su declaración alegó que no pactó con el diablo sino que fue él el que la poseyó. Asimismo, reconoció que permitió la adoración de la que fue objeto, pero todo fueron artificios diabólicos. Los alborotos que se dieron en su pueblo tampoco fueron culpa suya, puesto que algunas personas creyeron en ella pero todo fue obra del diablo porque esas personas estaban en mal estado. Parece que hubo alborotos y excesos por parte de los "endiablados" o creyentes en la Beata Isabel. En la parte superior del folio 37r un anotador ha escrito: "Del dicho Llamas Alcantud" y "Agosto 12 de 97".

Suporte un folio de papel doblado en cuarto, escrito por recto y verso del primer cuarto.
Arquivo Archivo Diocesano de Cuenca
Repository Inquisición
Fundo Procesos de delitos
Cota arquivística Legajos 642-643, Expediente 7825
Fólios Pieza 20, 37r-v
Transcrição Laura Martínez Martín
Revisão principal Gael Vaamonde
Contextualização Laura Martínez Martín
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2014

Page 37r > 37v

Ave Maria Purissima

Mi Amigo, y querido P Lector: Recibo la de Vm con el gusto, y aprecio, que corresponde, celebrando su salud, en la qe deseo continue, yo sigo sin novedad, y siempre para servir a Vm.

Quedo enterado de quanto Vm me dize de la Ysabel en orden a su direccion ea esta sigue del modo qe a Vm insinue en mi anterior, y cada dia mas extraordinaria, principalmte por las tardes en la Yglesia, qe sigo siendo testigo ocular de ello; y quanto mas lo quiere ocultar, parece me lo haze mas claro sin poder hazer otra cosa; es regular le ponga a Vm en la qe escrive lo mas particular, qe le ha ocurrido, aunqe de cosas tan grandes, y admirables ni ella las puede explicar como le passan, ni yo escrivirlas como las veo, y considero; Me parece, y asseguro qe todo va bien, como governado por mano del Sr, y por los efectos qe causan, qe es la regla qe nos dexo el mismo Sr para co-nozer los espiritus; Hasta aora no ha ocurrido apuro alguno particular. De las cosas mas particulares fue una la Novedad, qe sintio un dia leyendo en la M Agreda en el Libro 1, Cap 19, folio 356, Numero 302, que empieza: No quiero ocultar la luz, qe muchas vezes se me ha dado ea y siguientes: Que es lo mismo qe esta tiene conozido; y le manifiesta el Sr ser este el tiempo oportuno para verificarse lo que en di-cho capitulo dize la V Agreda, y la Ysabel tiene a Vm comunicado, y despues dirá mas individualmte Lea Vm con reflexion el capitulo



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