Rmo mi Am y Dueño: nò
se à que atribuir las faltas
de respta à tres correos mios en
q he informado à V R asump
to muy grave, pues aunq se
hallase parte de ellos à diver-
tir en Caldes, al menos espe-
raba recivo de mis cartas;
y deseare no sea falta de sa-
lud, ni extravio de ellas.
Interin veo letras
de V R solo le dirè q oy
q correspondia carta res-
puesta de su Ilta à la esque
la, no la tengo: ni me escri-
ve Braña, el Rdo ni el Per-
petuo, de modo q nada se
del estado de las cosas pr
allà. Pero yò he cumplido
informando à V R y pro-
seguirè, quando V R me res-
ponda.
Este correo solo tengo car
ta de Dn Saturio, q no a-
costumbra escrivirme, y me
sorprende insinuandoseme
afligido, y casi en agonia de
sobresaltos, persecuciones, y ri-
ezgos.
Contra mi dictamen de
q era joven inexperto, arre-
batado, y de muy brillante
superficie, quiso, gustò, y dis-
puso (ocultandomelo) s Ilta
su colocacion en Sn Feliu de
modo, q al salir à la prime-
ra visita mas de las 12 horas
de la noche al recogerse pa-
ra salir à las 4 me dijo sin
esperar respta ni razon: Yo he
acomodado à Dn Saturio co-
mo el lo dirà à Vm: despache
sele luego, y embieme Vm a
donde me halle el expedien
te. Asi lo obedeci, pero asi
salio lo q asi se hizo. Y
durante aquella visita fue
quando yo cai en desgracia.
Como burla la Providen-
cia Divina las presump-
ciones de la providencia
humana! y quantas otras
sean de ver vilipendioso
ultrage de su Author! Si
mis testimonios se an hecho
demasiadamente creibles y
vendra à constar el que no
se le conoce y ni tiene algu-
na religion
V Rma estè bueno,
escriva, mande, y Dios gde su
vida ms as Md y 8re 20 de 753
as
de V Ra ex corde
Caro
Rmo P Mor fr Agn Voltas.
A la buelta
Llega ahora pr el extrahord carta de s Ilta
me da recivo à la esquela, y estimandola se
reserva responderme en su assumpto en el sigte
tengo carta de Braña, y se me
propone, y persuade, q à conocido q ay Diablo
en los consabidos escritos, y q los detesta; pero
me engaña porq los retiene, porq me pide li-
cencia para manejarlos, y porq me cuenta à es-
tado en la Rectoria de Vallvidrera toda la se-
mana en casa de Lleriz donde concurrieron el
thesorero Candas, el escritor Garma, y el Rdo A-
migo, que lo es de entrambos. Y que discurra yo
si quedaria piedra sobre piedra à el ser todos de
su condicion ingenua. (esto es de la del Pe Stos)
Y me añade q aquellos dias pocos experimentò alli
un Militar, q manifesto sus ideas, y que queda
(Braña) persuadido à que le ocultò parte de su sen
tir por temòr, hipocresia ò respeto.
Zele V Rma por su Officio, y use
del auxilio q corresponde (q para eso lo aviso)
pues ya sabemos del P Stos Braña Candas Garma
y el Militar. el P Stos no me escrive, ni yo aun
lo hago hasta tener carta de V Rma y à Braña le
escrivo y poco, y general el Perpetuo no me es-
crive- veremos à otro q me dize s Ilta. Dios
nos de su gracia