Contexto | En 1629 Juan Ruiz Lariz, estudiante de la Universidad de Alcalá de Henares, se presentó ante la justicia universitaria para reclamar a Diego de Córdoba, capellán de la capilla de los Reyes de Granada, la cantidad que éste adeudaba a su abuelo, Pedro Fernández, de quien era heredero. El montante de la deuda incluía una cédula de ciento sesenta y seis reales; otra por la que se obligaba a un pago mensual de diez ducados, y algunas colgaduras y tafetanes tasados en unos ciento setenta y cinco reales. Para ello se hizo presentación de las cédulas y cuentas que atestiguaban la deuda así como una serie de tres cartas que el mencionado Diego de Córdoba había escrito a Pedro Fernández. |