Mi mui dulze y amada señora Da Antonina: Haze mucho
tpo que estoi con grandissimos deseos de decirle, y informarle
con muchissima claridad, y con expresiones propias de mi co
razon, y afecto lo muchissimo que la quiero, la estimo, y adoro,
y unas bezes por berguenza, y otras por no haver habido oca
sion de poderselo decir a Vmd de palabra, porque jamas nos he
mos visto solos, no ha podido ser; hia que ya no cabiendo
en mi como no cabe el tierno cariño el tierno cariño que
a Vmd le tengo saliendose el mismo por ojos, narices, y boca,
y estando Vmd de marcha para tan larga temporada (y
para mi tan desgraciada, triste, y dolorosa) por lo que pue
de ocurrir de que el Dios de los mortales pueda disponer de
la vida de uno, o de otro, porque Yo me considero sin fuerzas
para poder resistir la ausencia de Vmd, para que llegue a saber
el grande afecto tierno cariño imponderable amor que le
tengo a Vmd, me beo en la precision de decirselo por escri
to juzgando no podra proporcionarse el hazerlo de otro
modo (cuio atrebimto suplico a Vmd me disimule como to
dos los demas que adbierta en este mi rustico estilo, he
cha cargo de que una persona apasionada, y ciegamente
enamorada como Yo lo estoi para Vmd, muchas vezes para
pintar su cariño suele excederse) Y asi digo: Que la Divina
omnipotencia si es que contribuie a los amores me ha
dirigido a quererla a Vmd con todas sus fuerzas, que no
puedo ponderarlo mas; es decir a quererla a Vmd todo lo
que cabe, y puede quererse en lo humano. Y si acaso no
copero el Divino brazo, dire, que me arrostro y preciso
y arrebato esa ermosa, y singular cara en su belleza
jardin de Benus floreciente, campo guarnecido de finos
matizes y rosas, deposito de piedras preciosas, nuebo cielo
estrellado; llebando a su hermosura extremada cual sire
na encantadora. Que me precipito, y desboco ese burilado
Pilar de blanco alabastro, ese Globo de fino cristal, que for
ma Vmd con su brillante Persona: Que me introdugeron y
fixaron en el corazon, entrañas, y Alma el cariño
sus dos hermosos ojos, o carbunclos por otro nombre, con
cuias luzes, o raios que despiden, me tienen a mi ciego
de pasion: Que esa Garganta de Nacar, Alabastro y Niebe
o Garzota de esmaltado y fino oro me atrajo acia ella con
su atractibo hechicero, como otra piedra Yman: Que esa ma
deja de hermoso negro pelo, de azabache bruñido, o ambar
fino, me aprisiono como aquella cadena, o espada de amor
de la vella Judit: Que ese amoroso pecho, tabla de tenso y
fino martfil, campo mde niebe Globo estrellado tierna pri
sion abriendo las suntuosas y magnificas puertas del
dique de sus primores, de sus gracias, y de sus dulzuras,
me dio dichoso ospedage: Que ese pinzelado pie punta de
fino diamante, hermosa saeta de la Aljaba del Dios Cupido
en lugar de ollar mi gusto, me dio el que mas apetecia
que fue el poder dirigir todo mi cariño, á la magnifica
y marabillosa estatua que lleba pintada y mantiene
sobre si: Aora si que he descubierto el motibo, y funda
mto que he tenido y tengo para quererla, adorarla, es
timarla, respetarla y colocarla a Vmd, en mi corazon
Alma y entrañas: A todas estas marabillas, primores,
dotes, escelencias, ermosuras estremadas, y prerroga
tibas, con que el Dios Grande, aquel Dios inmortal, aquel
tan poderoso Dios con todo su poder, y haciendo quanto
pudo, pudo criarla a Vmd en belleza, en hermosura,
en gentileza, en marcialidad, y en gracia tan estrema
da como llebo dicho á estas pues debo darles las gracias, pr
que han serbido de instrumento dulce y fisico, para qe
Yo aiga tenido, y tenga el delicado gusto de apetecerlas
y a mi debo darme y doi mil millones de onorabuenas. Asta
aqui dije lo que pude, pero no lo que queria, no he dicho nada
porqe nada se decir de lo que quisiera decir y Vmd mereze: Por
lo que con mucha razon debo quejarme á mi rustica pluma
que necia no sabe, ni puede escribir, cosa á la berdad que
me yere el corazon y corta la vida el sentimto que me
causa lo demas que le dicta el corazon O! y quando llega
ra el dia tan deseado, que dejando este mi pecho se entre
en el de Vmd, á decirle lo que en esta carta falta decir,
haciendole a Vmd creer, que el fue el que la dicto, y que aun
le quedaba lo mas y lo mejor que decir. No sea pues esto
causa señora mia, de que yo desmerezca con Vmd, si acaso
merezgo algo y deseo merezer, hagase Vmd cargo de que si no
digo mas y mejor es porque no se: quisiera ser un Seneca
un Aristoteles u otro hombre abil, para poder decir y em
plear toda mi sabiduria en elogiar y pintar a Vmd como
mereze, y de que este mi atrebimto es causado de un cari
ño imponderable que a Vmd le tengo, y ya no puede estar
oculto en mi y precisamte he de comunicarselo para que
lo sepa, y haga Vmd de el el uso que guste: compadezgase
Vmd de mi, que no puedo vivir sin Vmd: Por último
estimare que Vmd acepte mi cariño, me quiera como
la quiero, me corresponda como le correspondere; me
lo diga si me quiere como se lo digo (pues soi amigo de
la claridad, verdad, e ingenuidad) y si no me quiere
lo mismo, para cuia noticia pido al cielo me de fuerzas,
que las mias no bastan. Y sobre todo encargo a Vmd por
Dios el silencio, y que nadie sepa mas que nosotros dos
nuestro querer y tierno cariño; y si acaso a Vmd le gusta es
ta carta, y la quiere conserbar en su poder, la copiara Vmd de
su letra, sin poner mi nombre, y luego desgajarla esta, no sea
que se le pierda a Vmd, o se la cojan, teniendo presente, y
debiendo saber, que todo quanto se haga, sea malo, o sea bue
no, no se debe saber si no es entre Dios, que á este no se le puede
ocultar, que si se pudiera se debia hazer, y entre los que
lo hagan. Y que Vmd me escriba desde el Quintanar, to-
dos los correos diciendome en la primera, si le tengo de
responder, y si ha de ir a Vmd el sobre, ó á quien el pri
mero y siempre á Vmd el segundo. Deme Vmd por Dios este
gusto: á quien pido guarde su vida los ms as que puede
y le pide su mas querido serbidor y capellan
Q S M B Franco Moreno Vara
se la dio á la Nicolasa el dia 3 de Octubre por la tarde