El autor recrimina a Juan José Aranda su vida licenciosa y le advierte de que su comportamiento escandaloso puede provocar la intervención del Santo Oficio.
[1] | no hemos de ser Capa de tus maldades
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[2] | ni de que ofendas â Dios qe bastante ha
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[3] | remos nosotros en qe se apiade de nras Culpas
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[4] | y te abra los ojos pra qe Veas las luzes de la razon
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[5] | â cuio fin te doy estos consejos alla te
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[6] | las aias, Yo no puedo hazer Contigo mas qe
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[7] | lo que hago si sirvieses á Dios no ay duda
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[8] | te premiara aquí, y allá, pero ten pr Zierto
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[9] | que de lo Contrario lo padezeras en este
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[10] | mundo y en el otro. mucho tenemos que
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[11] | sentir Contigo porqe Vemos no nos acarre
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[12] | as si no es disgustos y sonrrojos qudo
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[13] | pudieras estar oy en paraxe de ser la on
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[14] | rra de la familia, pero esto nos Combendra
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[15] | pra tener mas qe ofrezer â Dios a qn te en
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[16] | comiendo mui de Veras en mis sacrífizios
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[17] | el te asista Con su grazia y te gue ms as
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[18] | Como deseo Cua y Mayo 14 de 1755
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Tu Hermo
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[20] |
Luis
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